República Dominicana.-Tras la intensa búsqueda de las adolescentes reportadas como desaparecidas en Santiago, familiares confirmaron que una de ellas fue localizada y se encuentra bajo custodia de las autoridades para las investigaciones correspondientes.
El tío de una de las víctimas, Allende Miguel Pérez, expresó su alivio y gratitud por la recuperación de su sobrina. «Gracias a papá Dios, la niña apareció», declaró emocionado, asegurando que la adolescente ha estado tímida y no han querido hablar sobre lo sucedido.
Según Pérez, las menores fueron abandonadas en la circunvalación tras haber sido trasladadas en un vehículo. «Supuestamente, le dieron una bola en un puente y ahí la dejaron», explicó.
No obstante, hasta el momento se desconoce si presentan lesiones físicas, ya que aún no ha brindado declaraciones claras a sus familiares ni a las autoridades.
El familiar detalló que recibió una llamada de un número privado que lo llevó hasta la ubicación de la menor. «Vi la foto del sospechoso, y una muchacha que lo había visto antes lo identificó», relató, agregando que compartió la información con la madre de las adolescentes para su verificación.
Sobre los presuntos involucrados, Pérez indicó que se maneja información de al menos dos hombres, uno de aproximadamente 25 años y otro de 20.
«El que yo identifiqué tiene entre 24 y 25 años, es de tez clara», comentó. Además, calificó lo ocurrido como un abuso, manifestando su indignación debido a que una de las víctimas tiene apenas 12 años.
Por su parte, Felicia Hernández, tía de la menor agradeció a las autoridades y a los medios de comunicación por el apoyo brindado en la búsqueda. «Gracias primero a Dios, a las autoridades, a la Policía Nacional, a los reporteros y a las redes por todo», manifestó.
Indicó que su sobrina está siendo evaluada por los especialistas para determinar su estado de salud y obtener más detalles sobre lo sucedido.
Las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer los hechos y dar con los responsables de la desaparición de las adolescentes.
Por Francys Rondón
