Santo Domingo.-Leah Francis Campos, nominada por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, como embajadora de su país en la República Dominicana, posee una destacada carrera en el servicio público.
Asumiría un papel clave para fortalecer los lazos diplomáticos y económicos entre ambas naciones. Fue asesora principal para el hemisferio occidental en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, además de oficial de casos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Francis Campos es hermana de la destacada periodista Rachel Campos-Duffy de Fox News y su cuñado es Sean Duffy, quien será el secretario de Transporte.
La nueva embajadora proviene de una familia de patriotas y es madre de cuatro hijos.
Designación de Leah Francis Campos a la espera de confirmación en el Congreso
Desde 2021, el cargo de embajador en la República Dominicana permaneció vacante tras la salida de Robin Bernstein, y resultó ocupado interinamente por encargados de negocios.
Si se aprueba su nominación, Campos será la tercera mujer en desempeñarse como embajadora en el país, destacando el compromiso de la Casa Blanca con la representación femenina en roles diplomáticos de alto nivel.
"Me complace anunciar que nominaré a Leah Francis Campos como embajadora de los Estados Unidos en la República Dominicana. Leah sirvió en nuestro país como oficial de casos de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) antes de convertirse en asesora principal para el hemisferio occidental en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
Leah es madre de cuatro hermosos hijos y proviene de una familia de Patriots.
Su hermana, la destacada Rachel Campos-Duffy, de FoxNews, y su cuñado Sean Duffy, que será secretario de Transporte, también son unos patriotas maravillosos.
Leah llevará su amor por el país y su compromiso con nuestra seguridad y prosperidad nacional a su puesto como embajadora de los Estados Unidos en la República Dominicana.
¡Felicidades, Leah!", escribió Trump en su cuenta en Truth Social.
Su designación, que aún debe ser confirmada por el Congreso estadounidense, marca un paso importante en la política exterior de la administración Trump.