Wrenley Ice, una niña que nació sin ojos, desconcertando a los médicos y a sus padres, en Misuri, de los Estados Unidos.
A pesar de los múltiples exámenes realizados durante el embarazo, no se detectó ninguna anomalía, y el diagnóstico de esta condición genética solo se confirmó tras el nacimiento.
La menor es uno de los 30 casos conocidos en el mundo con esta condición. Su historia ha conmovido a la comunidad local y también ha captado la atención de especialistas médicos y del público en general, ansiosos por entender más sobre esta afección.
Un examen detallado de la genética de la bebé Wrenley mostró una anomalía en el gen PRR-12, lo que resultó en la falta de desarrollo de sus ojos en el útero.
Se estima que solo existen 30 casos reportados de esta condición en el mundo.