Repùblica Dominicana.-Muchos ciudadanos preguntan por qué el Estado no enfrenta la delincuencia y las pandillas que aterrorizan los barrios y a la venta de drogas, una actividad considerada como una de las principales causas de violencia en el país.
Señla elnacional.con que algunos creen que los políticos que han dirigido al país son culpables del caos que existe en la sociedad dominicana, por «haberse hecho de la vista gorda» ante los males sociales que comenzaron a incubarse en la sociedad a inicio de la década de 1990.
Entienden que los gobernantes que ha tenido el país no han enfrentado a la delincuencia para no perder votos, ya que según afirman, «Mucha gente vive de lo mal hecho».
«Hay una realidad, y es que aquí vive mucha gente de la delincuencia.
Si te vas a los barrios, encuentras el negocio de las drogas, pero en la Policía está el macuteo, y ya tu puedes ver la corrupción que tienen los guardias en la frontera…», dijo un chofer que pidió no revelar su nombre.
Agregó que los políticos tienen doble moral, porque alardean de combatir las drogas, mientras «se tiran fotos con personeros del bajo mundo».
Mientras, otros consideran que es responsabilidad del Estado aplicar manos duras contra los violadores de la ley, para evitar que los delincuentes sean «los reyes de las calles».
Para el exsenador por la provincia Monte Plata y aspirante a la nominación presidencial por el Partido Revolucionario Moderno (PRM), Ramón Alburquerque, las autoridades tienen que enfrentar el problema con firmeza, para garantizar la seguridad de la población.
«Contra el bandolerismo y las violaciones de las leyes no puede haber otra cosa que no sea mano firme.
Creemos que debe haber una mano firme de la autoridad, pero hay que estimular a la población a denunciar las cosas malas que hay en su zona», dice Alburquerque.
El político también considera que a la Policía se le debe entregar tecnología para que pueda combatir con efectividad a los infractores de las leyes.
El auge de pandillas en los barrios de las principales ciudades ha provocado gran temor entre la población dominicana, debido a la alegada apatía de las autoridades ante el problema de inseguridad.
