Santos Cesario Almánzar, de 67 años de edad, le comentó a sus familiares que no quería morirse sin antes bañarse en la playa plaza de Popa, de Montecristi.
“El se sumergió en el agua y a los pocos minutos comenzó a gritar, porque se ahogaba y cuando llegamos lo sacamos y lo llevamos a un centro de salud, donde fue declarado muerto”, declaró un pariente de Almánzar que pidió no divulgar su identidad.
El médico legista actuante en el caso envió el cadáver al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) para fines de autopsia.
Almánzar sufría de problemas cardiovasculares, e incluso se le colocó un marca-paso y utilizaba un bastón para poder caminar.
La Policía investiga el caso.
Fuente: elnacional.com