Hace unos pocos meses, un estudio elaborado por una plataforma de ahorro revelaba cuánto cuesta mantener a un hijo desde que nace hasta hacerse hombre. Un costo muy elevado que no es asequible para todos los bolsillos, por eso mismo, cada vez son menos las familias numerosas con muchos hijos.
Sin embargo el agricultor Musa Hasahya, un hombre de Uganda de 67 años, ha provocado revuelo internacional luego de revelar que ya no quiere seguir engendrando más, pidiendo a sus 12 esposas tomar píldoras para evitar el proceso de fecundación tras tener 102 hijos y 568 nietos en ese territorio.
El tema, en gran parte, no es por la cantidad de hijos que tiene, es porque ya sus recursos se han vuelto mínimos, pudiendo tener muy poco para comer, según revelan medios como The Sun.
"Mis ingresos se han vuelto cada vez más bajos a lo largo de los años debido al aumento del costo de vida y mi familia se ha vuelto cada vez más grande", dijo el agricultor, consignado por el medio británico.
Afirma que todas sus esposas viven en la misma casa, revelando que para él "es fácil para mí monitorearlos y también evitar que se fuguen con otros hombres en este pueblo", comentó.
“Me casé con una mujer tras otra.
¿Cómo puede un hombre estar satisfecho con una mujer?", sostuvo.
El dato sobre la cantidad de esposas, hijos y nieto del hombre ugandés lo ha colocado en varias tendencias en redes sociales, donde incluso han criticado una visión de misoginia y machismo por parte del agricultor.
En Uganda, lejos de la polémica en otras naciones, la poligamia es legal, pero la utilización de anticonceptivos es un tema que provoca debate, siendo incluso relacionados con la promiscuidad.
Según revela The Sun, el ugandés tiene a su hijo mayor de 51 años, mientras que el más pequeño registra 6 años. Su esposa más joven, llamada Zulaika, tiene 31 años y es madre de 11 hijos.
"No voy a tener más hijos.
He visto la mala situación financiera y ahora estoy tomando la píldora anticonceptiva", dijo la mujer.
Las condiciones de salud de Musa Hasahya se han deteriorado, por lo que tampoco puede trabajar activamente.
A eso de suma que algunas de sus esposas se han tenido que retirar del lugar por las condiciones económicas.
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