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Mujer paga 10.000 dólares por cirugía para restaurar su “virginidad”


La influencer Júlia Medeiros afirmó que se sometió a una cirugía de reconstrucción del himen porque detestó su primera vez y “quiere tener ese momento especial” nuevamente para ella. 

La mujer, quien se hizo conocida por su parecido con Kylie Jenner, sorprendió al contar que gastó US$10.000 dólares en el procedimiento. 

“Era una adolescente de 17 años cuando perdí mi virginidad con un chico de 30 años”, dijo la joven de 22 años al medio inglés The Daily Star. “Al igual que muchas mujeres, fui engañada. Me prometieron matrimonio e hijos como en los cuentos de hadas. 

Es evidente que una vez que obtuvo lo que quería, no cumplió nada de lo que prometió”. La joven, natural de Brasil, pero que reside en Miami, admite que se hizo la operación porque quiere tener un momento especial. “Siempre quise tener ese momento especial para mí. Quiero que sea único y romántico, como en los cuentos de hadas. 

Por eso me operé”, confesó. “Ahora soy una mujer adulta y los hombres ya no me engañan ni me manipulan fácilmente”, añadió “Ahora puedo perder mi virginidad con alguien especial. Desafortunadamente, como muchas mujeres, creo que nos han robado este momento”, señaló. 

El costoso procedimiento médico consiste en tomar una fina capa de tejido de la pared de la vagina para reconstruir la membrana que cubre parcialmente la abertura del orificio. 

Los casos de reconstrucción de himen han aumentado a lo largo de los años, de acuerdo a lo revelado por el Dr. John Skevofilax, cirujano jefe de Signature Clinics en el Reino Unido, a Daily Mail. 

En agosto la demanda de labioplastias se duplicó, según dijo el especialista. 

El himen y la virginidad: el gran mito El himen es un tejido situado cerca a la abertura vaginal que una mujer tiene desde el momento de nacer y, pese a a lo que se podría pensar (motivado por películas, dichos populares y demás), no es una mebrana que se rompa. 

Puede rasgarse conforme pasan los años, con ciertas actividades, pero no es una prueba de que se hayan tenido relaciones sexuales. 

Un estudio de 2019 afirmaba que un 52% de las mujeres no habían tenido cambios en el tejido del himen tras tener coito, lo que se traduce en que el himen puede acomodarse al pene y no tener cambios estructurales.