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Alberqui Luciano, al parecer se lo tragó la tierra


Bohechío;-“Yo veo a mi hijo en cada joven. A mí varias veces han estado a punto de chocarme en la calles porque vivo buscándolo por donde quiera”. 

Ese tormento vive el Señor  Modesto Luciano, de 67 años, desde el 08 de enero del 2019, día en que uno de sus hijos desapareció del sector 30 de Mayo de la capital, sin motivos ni rastro alguno. Esa azarosa fecha lo marcó. 
 
A partir de entonces todo su esfuerzo ha sido inútil. Al parecer, la tierra se lo tragó. 

No obstante, no deja de visitar instituciones ni lugares tras alguna información que le ayude a dar con el paradero de Alberqui Luciano Adames, único sobreviviente de un parto de trillizos procreado con su esposa Maestra María Mercedes Adames, de 55, nativos de Bohechío, provincia de San Juan, hoy menguada en sus actividades por problemas en la columna vertebral. 


 “Es un caso extraño, lo reconozco como padre. Es muy difícil hablar de eso. A veces yo prefiero que no me lo mencionen, estoy siendo honesto. Yo me he rebuscado (evaluado) a ver si yo he podido dar un solo motivo para que él pudiera desaparecer”, explicó Luciano. 

Cuando su hijo desapareció tenía 26 años y para entonces trabajaba en el hotel Dominican Fiesta, en el Distrito Nacional. “Desde ese momento y hasta hoy hemos hecho lo humanamente posible como padres para ver si podemos tener, por lo menos, una información al respecto y hasta ahora no he tenido nada que me pueda tranquilizar el alma”, expresó Luciano. 

Sin embargo, aunque Alberqui lleva cuatro años desaparecido, aún su padre no pierde la esperanza de reencontrarse con él. 

Luciano dijo que hasta el momento ni la familia ni las autoridades han encontrado alguna causa que pudiera motivar su desaparición. 


Cuenta que su vástago era el único que quedaba de un parto de trillizos ya que uno de sus hermanos murió de muerte súbita a los 4 meses de nacido y el otro murió en un accidente de tránsito a los 22 años. “Tan pronto nos percatamos de su ausencia nosotros pusimos la denuncia en el Departamento de Desaparecidos de la Policía. 

Ellos en ese momento caminaron mucho con nosotros e hicieron lo que hasta donde nosotros, como padres, podíamos llegar”, indicó. 

Cuenta que sus orígenes son de Bohechio, provincia San Juan, al sur del país, pero que para entonces Alberqui vivía en la calle Sánchez, No.34, en el 30 de Mayo, sector que paradójicamente esconde una larga lista de personas reportadas como desaparecidas. 

“Yo estoy luchando porque no quiero morir sin saber que él está vivo. Yo no voy a reprocharle nada, pero si él no quiere verme no tiene que llegar, solo debe llamarme y decirme que está vivo y eso será para mí una misa de salud”, comentó. 

 Sostuvo que su hijo era un hombre de trabajo y que no tenía conductas fuera de lo normal. “Las propias autoridades presumen que el mismo está vivo porque las condiciones para él desaparecer por alguna razón él no las tenía”, precisó. 

 “Él no usaba vicio, no estaba en el bajo mundo, no tenía problemas pasionales y no tenía deudas que pudieran cobrar con la vida. Donde él vivía, el 30 de Mayo, lo tenían como una buena persona. Además, en 4 años, si hizo algo malo ya debió haber salido, alguien debió decirnos algo”, indicó su padre. 

Narró que ese 8 de enero el joven Alberqui salió de la residencia de uno de sus hermanos, aproximadamente a las 8.30 de la noche, para dirigirse a su casa a dormir y desde entonces se desconoce su paradero. 

“El primero murió de muerte súbita a los 4 meses, lo encontramos en la cuna; el segundo, muere en un accidente y él, que es lo que me rompe el alma, salió a acostarse porque tenía que trabajar al otro día. Lo comenzamos a extrañar porque tenía dos días que no visitaba a su hermano y él iba diariamente”, precisó. 

 “Hicimos la denuncia a la Policía, también a la Fiscalía, al Defensor del Pueblo, a varios medios de comunicación y emisora de radio, a los hospitales y al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) y aún nada”, comentó. 

 Luciano manifestó que agradecería cualquier información que le puedan suministrar sobre el paradero de su hijo al teléfono 849-274-8261. 

También dijo que como padre hace un llamado a las autoridades para que le ayuden a dar con su hijo. 

Por: Daniel Candelario