El viceministro de Seguridad Pública, Martín Arias, explicó que se trató de una operación «muy compleja» que implicó una gran coordinación interinstitucional e internacional, la cual demoró tres días.
La embarcación es una lancha pesquera artesanal de nombre MAKY E, con matrícula de Puntarenas P-10478, la cual fue interceptada aproximadamente a 120 kilómetros al sur del puerto de Caldera, en aguas ubicadas frente a Cabo Blanco, en el Pacífico norte.
«Tras realizar una inspección de la embarcación, las autoridades lograron encontrar, dentro de hieleras, gran cantidad de paquetes que estaban ocultos bajo una carga de pescado», explica el informe de las autoridades.
Sospechosos de tráfico de drogas
Los tripulantes fueron identi
ficados como tres costarricenses de apellidos Torrentes, de 41 años; Duarte, de 35 años, y Fallas, de 39 años; así como un nicaragüense de apellido Mojica, de 44 años de edad, quien era el capitán de la nave, con estatus de residente permanente en suelo costarricense.
Mojica tiene una orden de captura y remisión a cárceles por el delito de tentativa de homicidio, desde el pasado 16 de marzo.
La lancha, junto con la droga y los detenidos, fue llevada a la Estación de Guardacostas de Caldera en la provincia de Puntarenas (Pacífico central), momento en el cual los agentes judiciales y oficiales de guardacostas realizaron el conteo para contabilizar que se trata de una tonelada de cocaína.
Los sospechosos fueron presentados al Ministerio Público por el delito de tráfico de drogas, que se castiga en Costa Rica con hasta 20 años de cárcel.
Costa Rica es considerado un sitio de paso de droga, pero también de almacenaje, operaciones en las que suelen participar costarricenses en alianza con grupos extranjero.
Por Agencia EFE
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