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​¿Qué fue lo que mató a Javier Solís “Rey del bolero ranchero”?

México:-La hermosa e inconfundible voz de Javier Solís sonó simultáneamente en todas las estaciones de radio en México cuando se informó que el intérprete de “Sombras” había muerto. 

El fallecimiento de Gabriel Siria Levario (Javier Solís),  el 19 de abril de 1966 fue sorpresivo, apenas tenía 34 años y disfrutaba del éxito gracias a una prodigiosa voz que lo coronó como el “Rey del bolero ranchero”. 
La Virgen de Guadalupe resguarda su tumba. 
Los dos floreros colocados estratégicamente lucen vacíos a 52 años de su muerte. Sus restos descansan en el Panteón Jardín, en la sección especial de actores de la ANDA (Asociación Nacional de Actores), de la ciudad de Mèxico. 

En nuestra visita a su última morada, la presencia de un pequeño racimo de flores coloridas era lo único que alegraba el panorama, pues las tumbas de los alrededores están descuidadas. 

Cuando fue sepultado, cientos de personas asistieron a su despedida, todos querían estar cerca del cantante por última vez. “Tumultuosa fue la despedida que el pueblo brindó a Javier Solís. 
Se inundó el lote de actores del Panteón Jardín de gente que forcejeaba por llegar hasta el pie de la tumba”, relató este diario en su edición del 21 de abril de 1966.
Irónicamente, el último tema que interpretó Javier Solís y que se estrenó cuando velaban sus restos, fue “Amigo organillero”, del compositor Rafael Carrión, en él se hace referencia a la muerte, por eso se dijo que fue una canción de “mal agüero” para el cantante. 

Lo cierto es que debido a las piedras en sus riñones, Solís confesó a sus amigos que prefería morirse para ya no sentir esos dolores. 

El martes 19 de abril de 1966 el cantante dejó de sufrir, en las páginas del miércoles 20, este diario informó que uno de los ídolos más grandes de la canción mexicana había muerto un día antes a las 5:30 de la mañana a consecuencia de una operación que se le practicó en la vesícula biliar. 
La lucha por estar cerca de Javier Solís 
Las ganas de estar cerca del féretro de Javier Solís ocasionaron que la gente perdiera el orden e intentara acercarse a la fosa, por lo que los granaderos intervinieron en varias ocasiones provocando que mucha gente cayera al suelo. 

“Desde temprana hora la multitud había tomado lugares estratégicos en el panteón, y cuando llegaron los restos del actor y cantante, todo fue desorden: bajo la gran cruz que marca la entrada al lote, era casi imposible la entrada del cortejo fúnebre; muchos se subieron a las bardas donde permanecieron por hora y media. 

Otras tumbas fueron maltratadas porque en ellas se subieron cientos de personas , los granaderos amenazaron a los revoltosos pero sin hacerles daño”. 
El miércoles 20 de abril se publicaron varias esquelas lamentando la muerte de Solís, en una de ellas se invitaba al público a ser parte del cortejo fúnebre que saldría de la Agencia Gayosso al Panteón Jardín. 

Ya en el cementerio, un representante de la ANDA dedicó unas palabras al cantante: “Ahora esa voz se ha apagado para siempre. 

Podrás descansar tranquilo, fuiste hombre de bien, querido por el pueblo. Javier, en cada flor de las coronas tienes el cariño de tus amigos, de cada uno de nosotros. Descansa en paz”. 

La desobediencia de Javier Solís 
En Lima casi se suicidan dos jovencitas peruanas al enterarse que Javier Solís había muerto. El diario “Última hora” reportó que dos jóvenes pretendían aventarse al paso de un autobús, pero que unos transeúntes lo impidieron. 

 

En las calles de Lima, se observaron a colegialas vestidas de riguroso luto; las casas vendedoras de discos agotaron las grabaciones que tenían de Solís ante una demanda inusitada. 

Seis días antes de su muerte, el cantante fue internado en el Hospital Santa Elena ubicado en la colonia Roma para operarse de la vesícula biliar (órgano con forma de pera que se encuentra justo debajo del hígado, en la parte superior derecha del abdomen. 

La función de la vesícula biliar es recoger y almacenar la bilis, un jugo digestivo producido en el hígado), pues ya le habían detectado piedras en la vesícula. 

Debido a que se agravó su estado de salud tuvo que ser intervenido. La cirugía salió aparentemente bien, pues el 18 de abril, un día antes de que muriera, sus estudios no mostraron algo negativo y se esperaba que pronto se le diera de alta. 
Sin embargo, la madrugada del 19 todo cambió. 
A Solís se le prohibió beber agua (debido a que después de cualquier cirugía, los medicamentos que se suministran durante ésta, impiden el buen funcionamiento del estómago y el intestino) pero en un descuido de la enfermera, el intérprete desobedeció. 

De acuerdo a su acta de defunción, Javier Solís falleció a las 5:45 horas por un fallo cardíaco a consecuencia de un desequilibrio electrolítico producido por la colecistectomía (procedimiento quirúrgico para extirpar la vesícula biliar). 

La colecistectomía puede darse debido a los siguientes motivos: cálculos biliares en la vesícula (colelitiasis), cálculos biliares en las vías biliares (coledocolitiasis), inflamación de la vesícula (colecistitis), inflamación del páncreas (pancreatitis) debido a los cálculos biliares. 

Eluniversal.com.mx publicó, el día del entierro del intérprete, la declaración de uno de sus familiares, quien contó que la voz de “Esclavo y amo” había muerto sentado después de un largo suspiro.