Los puntos de inscripción lucen semi-vacíos y algunos comerciantes se muestran escépticos de los beneficios de legalizar su motor.
A la poca afluencia de motoristas en los centros de regularización se suman las quejas de conductores que, pese a haber realizado el trámite y contar con chalecos y cascos rotulados, aseguran que los agentes de tránsito y policiales los acosan.
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José Custodio, asegura que aunque tiene cuatro licencias de conducir para sus motores, fue detenido, apresado y conducido al canódromo, donde perdió el día completo sin poder realizar sus labores.
Para los motoconchistas de las paradas La Unión y Los Transformadores, del sector de Cristo Rey en la capital, la inversión en el proceso de registro fue una pérdida de tiempo.
Algunos comerciantes lamentan que se les exija realizar pagos individuales por cada motor que tienen en sus negocios y registrar a cada empleado que trabaje como “delivery”.
Los centros de registro ubicados en los parqueos del Jardín Botánico y del Estadio Quisqueya y en el club Los Cachorros, de Cristo Rey, lucen prácticamente vacíos este jueves.
Hace dos semanas que el INTRANT, no actualiza la base de datos por lo que es incierto saber a la fecha cuántos motoristas se han registrado en el plan de regularización.
