Los modelos no estatales que promueven el desarrollo de una provincia, una subregión o una región, se han convertido en los músculos con los que la sociedad civil subsana necesidades no satisfechas por los gobiernos.
Abundan los ejemplos, los héroes anónimos, los buenos resultados de esas obras y las firmes huellas que han marcado en diferentes territorios.
Uno de ellos es Sur Futuro, que, a pesar de su ámbito regional, ha trascendido a otras zonas del país promoviendo sus programas de infraestructuras en educación, salud, agricultura y tecnología.
El cultivo del agua, vale decir, la protección de las cuencas hidrográficas y el mejor uso de este recurso, se ha traducido en la formación de comités de cuencas en distintos ríos y en proyectos de defensa del clima.
Liderado por doña Melba Segura de Grullón y apoyada por el entusiasta espíritu de un gran promotor del desarrollo, su finado esposo Alejandro E. Grullón E. y de varias instituciones privadas, Sur Futuro ha abierto carteras de crédito y planes de financiamientos para los proyectos ambientales.
Creó la marca de certificación del café Monte Bonito, desde la cual más de 400 caficultores venden su producto en Estados Unidos, Suecia y Bielorrusia, y propulsa siembras de limón, aguacate y otros renglones sustitutivos en más de 500 fincas demostrativas.
Su foco en el cambio climático le ha merecido representar al país como primera organización no gubernamental en las conferencias mundiales sobre este problema, y en esa condición ha manejado los programas de aprendizaje de profesores y estudiantes dominicanos.
Es mucho más lo que podríamos describir de ese trabajo de veinte años, pero las obras, por sí mismas, son los testimonios vivos de ese esfuerzo.
Nos complace congratular a doña Melba, a su equipo de trabajo y a las instituciones solidarias, por esta invalorable aportación al desarrollo de una de las regiones más desatendidas por nuestros gobiernos: el Sur.
Editorial listindiario.com