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Hombre 58 años con ELA se convierte en primera persona en morir por una eutanasia

Hace un par de semanas se generó mucha polémica internacional por el caso de Martha Sepúlveda, una mujer colombiana que en teoría, se convertiría en la primer paciente con una enfermedad no terminal en su país que le pondría fin a su vida con ayuda de la eutanasia. 

A pesar de que tenía todo el respaldo médico y legal, finalmente horas antes de que se le practicara la eutanasia, una autoridad determinó que Sepúlveda no era candidata al procedimiento, por lo que ahora sigue en pie de lucha para que le permitan poder ponerle fin a su su vida. 

 Ahora, nuevamente el tema está en boca de todos luego de que un hombre de 58 años llamado Javier Serrano ha podido trascender de este mundo gracias a una muerte asistida, convirtiéndose así en la primer persona en Madrid, España, en acceder a la eutanasia. 

Serrano había sido diagnosticado con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) a finales de 2020 y en menos de un año, la enfermedad avanzó tanto que ya no podía caminar y sufría de fuertes dolores en las piernas y manos, a tal grado que ni inyectándole morfina podía sentir alivio alguno. 

En marzo de 2021, España legalizó la eutanasia, convirtiéndose así en el 6° país en el mundo en aprobarla, pero no fue sino hasta el 18 de octubre que en la capital ibérica se creó la Comisión de Garantías y Evaluación, órgano encargado de revisar todas las solicitudes, así como de aprobarlas o desecharlas. 

Serrano metió su solicitud para ser candidato a una eutanasia hacía ya mes y medio y fue el pasado 2 de noviembre cuando su neuróloga le comunicó que las autoridades pertinentes habían dado el visto bueno en su caso y por lo tanto, podría acceder a este procedimiento. Sin esperar más, el hombre y sus doctores decidieron aplicársela tan solo 24 horas después. 

Señala eldiariony.com que la neuróloga y 2 enfermeras acudieron el 3 de noviembre a su casa para aplicarle 4 inyecciones con las cuales le ayudaron a morir. 

En el día previo a su muerte, Javier aprovechó para despedirse de sus familiares, amigos y compañeros de trabajo. 

Además, agradeció el poder morir de manera digna. “Me llevo de todo. Alegrías, tristezas, penas, me llevo de todo. Son muchas cosas buenas y malas. Unas no pueden existir sin las otras. Estoy convencido de que voy a morir por dignidad. 

Era lo que estaba pidiendo a los políticos. Me voy, de veras, contento, alegre… Sé que cuando me tumbe en la cama y cierre los ojos… me llevo 58 años de vida”, afirmó en ese momento, según palabras recogidas por el diario El País.