Por Marcos Lorenzo
Todo el que me conoce sabe que he sido y seré un fiel defensor de los mejores intereses de nuestras comunidades y un ciudadano totalmente opuesto a los abusos, a los maltratos y a las injusticias que a diario se cometen contra nuestro pueblo.
Desde mi condición de profesional de la comunicación y de la información, y en mi sano juicio, cómo voy a ser capaz de agredir a un niño, siendo aún padre de dos criaturas?.
Son falsos de toda falsedad, los comentarios y las acusaciones que se han difundido contra mi persona y mi conducta.
La gran verdad es que ese menor, del cual me acusan de maltrato, atrevidamente se aparece a casa de mis padres enfermos a lanzar piedras y a vociferar palabras feas e impublicables.
Dicho menor ha sido recurrente en este y otros tipos de abusos con niños menores que él.
Las veces que lo he sorprendido provocando y abusando de mis padres indefensos, sencillamente le he llamado a la atención y he tratado de controlarlo, pero siempre respetando sus derechos y su condición de niño.
Estas infamias, vulgares y vacías denuncias contra mi persona, no son más que con la intención de desacreditarme y hacerme daño.
Sería bueno que las autoridades competentes le den cabal seguimiento a las inconductas y rebelión de ese niño que realenga y pulula por las calles, que se pelea y abusa con los demás niños e insulta a las personas mayores.
Ese niño rebelde, sí me ha desafiado y ha estado a punto de agredirme con piedras y le ha causado daños a mi familia.
OJO
A las autoridades: los padres de este niño están muy conscientes de todas sus travesuras.