Hoy Día de Las Madres, muchas felicidades a las personas que las tienen vivas cuidémosla y a las muertas, donde quieran que estén, tenemos que recordarlas.
Me hago depositario del más confesó agradecimiento y amor hacia mi madre Andrea Mella Rodríguez, fallecida.
Por tal ocasión del Día de Las Madres, la quiero recordar con la devoción de un hijo orgulloso de su progenitora a la que nunca le será suficiente el agradecimiento por los desvelos que por sus vástagos y esposo que tuvo, en el municipio de Bohechío, provincia de San Juan. 
Satisfecho de haberle dado en vida todo lo que pude, pero no todo lo suficiente como ella se lo merecía, pero agradecido de Dios, por permitir su solicitud de ella en vida, que fue morir en su propia casa.
A veces vemos madres abandonadas. Casos extremos de abuelas olvidadas. Pero no somos buenos hijos cuando sólo pensamos en nuestras madres “en su día”. Hace falta más.
Es ahora cuando tenemos que adorar, apoyar y proteger a mamá.
A los padres todos, promover la solidaridad familiar y cultivar las buenas relaciones entre hermanos.
De poco valen los grandes regalos a las madres, si hoy y todos los días, no las acompañamos como manda el código de familia.
