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Temor en el Viejo San Juan de Puerto Rico por caso sospechoso de coronavirus en crucero

Así se expresó Rose Rojas, una empleada del Viejo San Juan, sobre la llegada de un crucero que trajo a bordo a una italiana de 68 años que tuvo que ser aislada, junto a su esposo, en un hospital de San Juan tras presentar síntomas de coronavirus.

Del crucero Costa Luminosa, que salió de Florida el pasado 24 de febrero, desembarcaron en la capital 1,780 turistas –1,370 pasajeros y 410 miembros de la tripulación–. Las autoridades locales desconocen cuántas personas de las que se bajaron tuvieron contacto en el barco con la paciente en los 13 días previos. Tampoco tienen un plan para monitorear a todos los locales que entraron en contacto con los turistas, de acuerdo al eldaiariony.com

“Nosotros estamos en riesgo porque la noticia surgió ayer, la embarcación estuvo horas aquí, el contacto que tuvieron las demás personas, claro que me siento en riesgo”, añadió la trabajadora de 40 años.

A su lado, Deliz Narváez, quien también expresó sentir temor, asentía con la cabeza y se cuestionaba por qué dejaron desembarcar a la tripulación si había un caso sospechoso de Covid-19 en el barco, virus que ha cobrado unas 3,600 vidas a nivel mundial.

Además, para la mujer de 54 años, es infructuosa la instrucción dada por la gobernadora Wanda Vázquez Garced para que ahora todo crucero informe antes de atracar si trae algún pasajero con posibles síntomas de coronavirus.

“Ya [la persona] llegó. Ya quién sabe si hay más porque no fue seguro, no tomaron las medidas preventivas”, indicó.
Para Jaime Rivera, residente del Viejo San Juan, el crucero debió haber informado “como parte del protocolo que supuestamente tenemos activado” de que traía una persona con síntomas virales y que era residente del norte de Italia, país que ya ha registrado 7,375 casos.

“Sí, se debió haber tomado precauciones y, a base del protocolo, ver qué iban a hacer, si permitían a la gente bajar o no”, manifestó.

Otra que se mostró preocupada ante esta situación fue Rebeca García de la Noceda, también residente del Viejo San Juan.

“Nosotros que vivimos aquí te vamos a decir una cosa y los comerciantes te van a decir otra porque a ellos les conviene, no importa que se bajen, aunque ellos se mueran, a ellos no les importa, a las 6:00 de la tarde ellos cierran esto y se largan. Nosotros nos quedamos aquí”, sostuvo desde la Plaza de Armas.

Asimismo, Stephanie Silverio, una empleada Luma Drugstore & Souvenirs, expresó su temor por contagiarse con la enfermedad.

“Obviamente, no mentimos, todo el mundo está asustado… En la espera de que no haya un brote muy grande”, dijo la joven de 29 años.

La única persona que se mostró calmada fue Alexander Dukes, empleado Churros Rellenos del Paseo la Princesa.

“Estoy tranquilo, por el momento. Aquí no se habla mucho de ese tema, tampoco hay mucha preocupación y los clientes no van hablando de ese tipo de cosas… Hay que tratar de que no haya pánico porque eso sería lo más indeseado”, expresó el joven de 27 años.

Dudan del gobierno
La gran mayoría de las personas entrevistas por Primera Hora manifestaron no sentirse satisfechas con cómo el gobierno y el secretario de Salud, Rafael Rodríguez Mercado, han manejado la situación.

“Claro que no estoy confiada en que el gobierno trabajará los casos correctamente. No estamos preparados para eso. Yo considero que la información que nos está dando el gobierno no es certera, no es real, que algo se está escondiendo. Hacer una conferencia de prensa en tan poco tiempo, muy rápido, para decir que hay un posible caso, en vez de tomar las medidas de por qué esa embarcación llegó aquí si venía con personas italianas. ¿Por qué eso llegó aquí? ¿Por qué no se tomaron las medidas antes y tuvo que pasar el caso para, entonces, llegar a este protocolo?”, cuestionó Rojas.

“Con el gobierno se puede esperar cualquier cosa”, añadió Silverio.

Mientras, García de la Noceda, espera que el gobierno esté tomando con “toda la seriedad del mundo” el acecho del coronavirus que ya ha llegado a más de 100 naciones.

“Están diciendo que hay más de dos o tres personas en los hospitales… al igual que contaron lo de esa señora, deben decir los otros para que uno no dude del gobierno. Ya son muchas las dudas, ¿qué necesitamos, que salga ahora un vagón lleno de mascarillas? Esto es una isla muy pequeña, yo puedo estornudar aquí y otro en Mayagüez coge catarro allá”, dijo la mujer de 71 años.

Por su parte, Dukes se mostró enajenado de los protocolos que ha activado el gobierno o qué está haciendo para prevenir y educar sobre la enfermedad. Para él, esto es evidencia de que “no está notificado todo el mundo de lo que está pasando con el coronavirus en estos momentos”.

La única persona que no criticó a la administración de turno fue Rivera, quien entiende que la ciudadanía está siendo informada. “Nos toca ahora a nosotros hacer nuestra parte de protegernos, tratar de evitar y quedarnos en nuestras casas cuando estemos enfermos”.

Toman medidas
Los ciudadanos ya comenzaron a prepararse por si se desata un brote del virus originario de Wuhan, China, en Puerto Rico. A nivel mundial, la enfermedad ya ha infectado a más de 105,600 personas.

Por ejemplo, García de la Noceda, quien indicó que usa guantes, “hand sanitizer” y mascarillas para salir de su casa, también resaltó el cuidado que se debe tener con las mascotas. “Yo espero que la gente ahora razone un poquito, trate de mantenerse recogido. Vamos a evitar ese contagio. Mis perras no bajan, yo les dije [a los empleados] que antes de ir a mi casa a cortarles las uñas se tienen que fumigar. No las voy a poner a caminar, la gente escupe en el piso y eso mismo se va a mi casa”.

Mientras, Rivera aseguró que se está lavando las manos constantemente y que evita el contacto con otras personas.

Silverio, por su parte, destacó que en la Farmacia Luma Drugstore & Souvenirs han tomado varias medidas por la salud de los empleados y la clientela.

“Estamos rociando Lysol en los counters y todo lo que entra en contacto con las manos tanto de nosotros como de los clientes. Tenemos hand sanitizer para los empleados, para podernos desinfectar. Cada vez que podemos vamos y nos lavamos las manos en el baño y tratando de no tocarnos los ojos, la boca y la nariz, que es lo importante”, detalló.

Entretanto, Dukes confesó que, aunque ha comprado diversos productos para limpiar su casa, se refugia en algo más: “Mi fe está en que no pase nada”.