Por Bartolo Veloz Mella
Hoy hace un mes que lo inesperado, en forma de anuncio, nos sorprendió en su vertiente más dura: había dejado el mundo mi cuñado y amigo Delio de Los Santos. Como dijo el poeta peruano, César Vallejo: hay golpes en la vida tan duros…cómo si te arrancarán las entrañas.
Hoy hace un mes que lo inesperado, en forma de anuncio, nos sorprendió en su vertiente más dura: había dejado el mundo mi cuñado y amigo Delio de Los Santos. Como dijo el poeta peruano, César Vallejo: hay golpes en la vida tan duros…cómo si te arrancarán las entrañas.
Mi gran amigo de infancia, era una persona que gozaba de la plenitud de la vida a sus 55 años de edad.
El día 1ro. de febrero del año en curso, a las 6:30 de la tarde será una fecha, marcada para siempre, por las ausencias inesperadas, fue escogido por el destino para ausentarnos de quien en vida supo dar afectos y cariños a sus hijos, familiares, amigos y compañeros de labores en la UASD.
Delio de los Santos, estaba bien de salud, pero por cosas de la vida en trayecto de la carretera próximo a la provincia de Monte Plata, se le poncho una goma y se inclino a cambiarla en la vía y fue atropellado por un autobús y trasladado al hospital de esa localidad, por el personal del 911 y luego al centro médico cubano donde duro varios días y falleció.
Era muy conocido y querido en la UASD donde laboro por más de 20 años, como seguridad y fue ascendido a supervisor. Siempre fue un ser humano afable, sentí su trato de hermano y sincero, por lo que estaré agradecido y yo hacia lo mismo hacia él.
Su cadáver fue trasladado a su tierra natal de Bohechío, donde desfilaron amigos, personalidades y luego recibió cristiana sepultura en el cementerio municipal de aquí.
Dejo en la orfandad seis hijos tres hembras y tres barones.
¡Delio siempre estarás vivo en nuestra memoria y en nuestros corazones!. Paz a su alma.