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9 de marzo día de Regocijo Municipal San Juan de la Maguana

San Juan de la Maguana:-El concejo de regidores del honorable Ayuntamiento declara mediante resolución de hoy lunes 9 de marzo día de regocijo municipal ya que en esta fecha se celebra el 203 aniversario de natalicio del prócer Francisco Del Rosario Sánchez.

La resolución número 01-2020 y vista la ley 176-07 sobre el distrito nacional y los municipios de fecha 17 julio del año 2007.

El honorable ayuntamiento del municipio de San Juan de la Maguana, representado por el honorable concejo municipal y su ejecutiva, haciendo uso y aplicación de las atribuciones que la ley le confiere declaran día de regocijo municipal el 9 de marzo fecha de natalicio del patricio Francisco Del Rosario Sánchez.

En su artículo único el concejo de regidores declara el lunes 9 de marzo día de regocijo municipal con motivo a la celebración del 203 aniversario del natalicio de Francisco Del Rosario Sánchez.

La información está firmada por el presidente del honorable concejo municipal de regidores Luis Modesto Alcántara Rosario, a los fines de que la misma sea de conocimiento a toda la ciudad.

Sánchez, nació el 9 de marzo de 1817 en Santo Domingo, en la calle de El Tapado, casa número 15, actual 19 de marzo. Era hijo de Narciso Sánchez y Olaya del Rosario de Belén.

Fue el primogénito de once hermanos, entre los cuales también se destacó Socorro Sánchez, reconocida educadora. Además, era sobrino de la heroína independentista María Trinidad Sánchez, ejecutada el 27 de febrero de 1845, por encabezar una conspiración contra el gobierno de Santana, que había perseguido y desterrado a varios independentistas.

En 1823 el padre del héroe, Narciso Sánchez, se integró a la llamada Revolución de Los Alcarrizos, un movimiento que trató de enfrentar la dominación haitiana en sus inicios.

El patriota fue descrito por el historiador Ramón Lugo Lovatón como “un hombre espigado, de singular apostura, fino trato, educación y modo de hablar esmerados, que tocaba varios instrumentos musicales y recitaba poesía”.

En 1843, Duarte se exilió por temor a ser apresado y Sánchez asumió la dirección de la corriente independentista. Entonces presidió las reuniones de La Trinitaria y amplió contactos con representantes de sectores importantes de la ciudad, con la colaboración de Matías Ramón Mella y otros rebeldes.

El 2 de agosto de 1843 corrió la noticia de que Sánchez había muerto de una contagiosa enfermedad y su ataúd fue enterrado en el cementerio anexo a la Iglesia del Carmen. Gracias a esta treta, pudo evadir la persecución emprendida por el régimen de Charles Hérard y los reformistas haitianos.

Un firme liderazgo
Sánchez, desempeñó roles fundamentales para que la parte oriental de la isla de Santo Domingo se liberara del dominio extranjero, por lo cual ocupa un lugar destacado en el panteón de los héroes de la patria.

La noche del 27 de febrero de 1844, en la Puerta del Conde, el joven Sánchez proclamó: “¡Separación, Dios, patria y libertad, República Dominicana!”. Y de inmediato izó la bandera y ordenó el toque de una diana.

Después de que fuera proclamada la independencia, Sánchez fue elegido presidente de la Junta Gubernativa, con carácter provisional. Sin embargo, luego ocupó la posición el experimentado Tomás Bobadilla, que había sido funcionario del gobierno haitiano.

Posteriormente, el general Pedro Santana, quien desplazó a Bobadilla como jefe de la Junta Gubernativa, declaró traidores a la patria y deportó a perpetuidad a Duarte, Sánchez y Mella.

La medida afectó, además, a los independentistas Vicente Celestino Duarte, Pedro Pina, Gregorio del Valle y Juan Jiménez y a Juan Isidro Pérez, según la resolución de la Junta Central Gubernativa del 22 de agosto de 1844.

Entonces, el prócer Juan Pablo Duarte llegó a Hamburgo junto a Juan Isidro Pérez y a los hermanos Richiez. En cambio, Sánchez, Mella, Pina e Illas fueron llevados a Inglaterra. Posteriormente, Sánchez residió en Curacao.

Debido a la amnistía dispuesta por el presidente Manuel Jimenes, Sánchez volvió al país el 8 de noviembre del 1848, en la goleta de guerra 27 de febrero, bajo el mando de Juan Alejandro Acosta y en la siguiente década desempeñó diversos cargos públicos.

Fusilamiento del héroe
En abril de 1855 Sánchez retornó al exilio en Curazao y regresó el territorio dominicano en agosto de 1856. Después, en 1859 el patriota fue confinado y desterrado de nuevo a Saint Thomas, debido a sus discrepancias políticas con el presidente Buenaventura Báez.

No obstante, Sánchez entró al país por la frontera Haití en junio de 1861, para luchar contra la Anexión a España, promovida por el presidente Pedro Santana.

“Los patriotas tomaron Cachimán, Las Matas de Farfán, El Cercado y Neiba, pero lluvias incesantes detuvieron las operaciones, obligándolos a retroceder. Los españoles apostaron barcos frente a Puerto Príncipe, por lo cual, el presidente haitiano Fabré Geffrard les retiró el apoyo a los expedicionarios y les intimó a retirarse. 

El patricio fue traicionado, herido y apresado junto a otros compañeros en El Cercado y conducido a San Juan de la Maguana”, narró el historiador Américo Moreta Castillo en el artículo “Hitos en la vida de Francisco Sánchez, abogado y Padre de la Patria”, publicado en el 2017, en la revista Clío, No. 193, de la Academia Dominicana de la Historia.

El 3 de julio de 1861 empezó el juicio contra Sánchez y sus veinte compañeros en la plaza pública de San Juan de la Maguana, actual Parque Sánchez.

El 4 de julio de 1861, y en cumplimiento de la sentencia de muerte, fueron fusilados en el camposanto de San Juan el patriota Sánchez, el poeta y periodista Félix Mota, Domingo Piñeyro Boscán, Rudecindo de León, Francisco Martínez, Julián Morris y Morris, Juan Erazo, Benigno del Castillo, Gabino Simonó Guante, comandante Manuel Baldemora, José Antonio Figueroa, Pedro Zorrilla, Luciano Solís, José Corporán (o Ciprián), Juan Gregorio Rincón, José de Jesús Paredes (o Pared), Epifanio Jiménez (o Sierra), Segundo Mártir (o Alcántara), Juan Dragón, León García y Juan de la Cruz.

Mientras era conducido al cadalso en una silla de manos, debido a que estaba herido, el patriota pedía a Dios piedad y misericordia.

“Antes de ser fusilado, al pie de una gúasima, pidió al joven Avelino Orozco que le ayudara a ser envuelto en la bandera dominicana, y a la orden de ¡Fuego!, gritó más fuerte: “¡Finis Polonia!”, como alusión al fin de la República y evocando al patriota polaco Tadeo Kosciuszco en la batalla de Maciejowice, del 4 de octubre de 1794”, contó Moreta Castillo.