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Políticos reincidentes en hechos bochornosos


Por Marcos Lorenzo
Mi reciente artículo/Bohechío Digital

Es hora de que todas las organizaciones políticas de la República Dominicana, especialmente el gobierno de turno, realicen una minuciosa depuración de todos sus candidatos, es decir, hacer dicha depuración desde la misma demarcación a la que pertenece tal o cual aspirante, dando a conocer así el historial de lucha o de fracasos, los logros alcanzados y las virtudes de cada candidato.

¿Por qué este proceso?
Esto se debe a que hoy en día conocemos algunas figuras siendo alcaldes, directores municipales, luego funcionarios del gobierno y otros cargos más relevantes y resulta que en su historia pueblerina fueron ya reincidentes en hechos bochornosos y en actos reñidos con la ley.

Ponemos como ejemplo a la provincia de Azua, donde un director municipal que se dedica a la falsificación de documentos, con la finalidad de arrebatarle las tierras a las personas pobres e indefensas y así lograr sus objetivos, ya que al sentirse político o funcionario del gobierno y recibir todo el apoyo, utiliza ese poder y toda su influencia para cometer injusticia, abusos, robos, crímenes y atropellos, hasta que termina burlando la justicia.

Se recuerda de un hecho bochornoso que conmovió a toda la provincia de Azua, en el que se rumoraba que un director de una junta municipal violó a un niño, sin embargo todo quedó en “simples rumores”, ya que el partido al que pertenece el funcionario al parecer es más fuerte y más grande que la monstruosidad del presunto hecho cometido contra ese inocente.

No nos referimos a que por el pasado oscuro de tal o cual funcionario, éste no merezca la oportunidad de ocupar una posición en el tren gubernamental, el problema está en que ese funcionario -cuando no era nadie- había cometido algún delito o actos bochornosos reñidos con la ley antes de ser un político o de pertenecer a alguna organización política o antes de formar parte del gobierno. Entonces, al llegar al poder y ocupar alguna función, continuará en su vieja y mala práctica y más aún ya con la protección de su partido en el poder.

Repito: La base fundamental para un partido nutrirse de dirigentes o candidatos serios y honestos, es depurando minuciosamente a todos sus miembros. En caso de que alguno haya incurrido o haya sido reincidente en hechos bochornosos, negarle pues tajantemente la oportunidad de ser alcalde, director municipal, diputado, senador, gobernador o funcionario público.