Una carga ha sido levantada de los hombros de la población de burros trabajadores de Grecia, dijo la prensa de ese país.
El país ha prohibido a los turistas "con sobrepeso" montar a los animales en la popular isla de Santorini, después de que los activistas se quejaran de que estaban sufriendo lesiones en la columna vertebral.
Los turistas a menudo pagan para subir a los burros por laderas empinadas desde la costa hasta la ciudad principal de la isla, pero el transporte de viajeros más pesados ha afectado a las criaturas y ha provocado la ira de los grupos de activistas.
Las personas que deseen montar en burros ahora tendrán que pesar menos de 100 kilogramos, o una quinta parte del peso corporal del burro.
Los animales "no deben cargarse con un peso excesivo en tamaño, edad o condición física", instruyó el Ministerio de Desarrollo Rural y Alimentación de Grecia.
Ahora, el Ministerio de Desarrollo Rural y Alimentación del país publicó un nuevo conjunto de regulaciones que establecen que los burros que dan paseos turísticos en Santorini no deben transportar cargas que pesen más de 100 kilos o una quinta parte de su peso.
La denuncia de que surgió luego de que se conociera que la obesidad estaba aumentando a nivel mundial y los burros en Santorini se veían en la obligación de cargar un peso superior al que deberían.
Además, son animales esclavos que trabajan largas horas, los siete días a la semana sin refugio, descanso ni agua. En consecuencia, terminan con lesiones en la columna vertebral y heridas abiertas por las monturas mal ajustadas.
"Los burros y las mulas se utilizan como 'taxis' para transportar a los turistas hasta más de 500 pasos hasta el casco antiguo de Firá, a pesar de que un teleférico ha estado operando durante décadas", explicaron en su página web los activistas.
Y agregaron: "Los dueños de los animales y las autoridades locales aún conservan la 'tradición' de montar en burros, a pesar de que su tratamiento constituye una clara violación de las leyes griegas de bienestar animal".