LO ULTIMO

6/recent/ticker-posts

El oro de Hondo Valle-SJM


¡El oro de Hondo Valle! 
Ya le dieron jaque mate, 
con ese remeneón del pueblo, 
a Gold Quest le da un ataque. 

Vinieron como los conquistadores, 
cambiando oro por espejitos. 
 Y olvidaron que en San Juan, 
El agua es un tesoro bendito. 

Que será de nuestros balnearios, 
donde disipamos las penas, 
por culpa de unos cuantos, 
Nos quedáremos sin cuencas. 
Y nos dejaran el cascaron, 
con muchas convulsiones negras. 

El pueblo que prenda velas, 
para evitar la miseria. 
Se desplaza por las calles, 
diciéndole a la Gold que no. 

Que el oro aquí se queda o no jodemos to. 
¡Hay¡. si explotan esa mina. 
Se secaran nuestros ríos, 
Por culpa de unos “honorables!.
Más patriotas que armando lió. 

El Ministerio de energía, 
en verdad tiro un misil, 
ver como los barrigas verdes, 
 aceptan la explotación. 

Pero el tiro fue tan débil 
Compadre yo me despido, 
 Advirtiéndole una cosa
No batan tanto la m... 

Que el oro aquí se queda, 
con la unidad de este pueblo, 
No hay fuerza que la impida, 
 Y más cuando se trata del agua, 
El agua que nos da vida. 

El espíritu de Caonabo, 
 sigue rondando la plaza, 
 para coordinar con Caamaño.
La batalle en Hondo Valle. 

Se le aseguro compadre. 
Qué el oro de aquí no se va, 
Quedaran con su cara larga, 
Los teóricos del patio, 
Que prefieren que se muera el yaque, 
 Y a la gente le dé un ataque. 

El oro que yo quiero no tiene sabor.
Ni tiene color ni tampoco olor, 
Se desplaza por tus venas, 
Metabolizándolo to.

En el arco de la dignidad, 
hicieron una oración, para que se hunda el oro, 
y santiguarlo to. 
Se olvidaron las ideologías, 
esta acción de to, defendamos nuestro ambiente, 
O nos jodemos to. 

El Ministerio de energía, 
En verdad lanzó un misil, 
para ver la reacción de los tainos de aquí, 

El oro de Hondo Valle. 
Yo se que se hunde más, 
Porque el pueblo está airado, 
abre una chaves paisano,

¡Hay que felicidad!. 
 Vinieron hablando de túneles, 
Para explotar la mina, 
Pero olvidaron que en San Juan, 
La rebeldía es antigua.

Por Leopoldo Figuereo, especial para Bohechío Digital