"Apareció montado en la parte trasera de una motocicleta cerca del final del campamento, y yo dije: Claro, veamos qué puede hacer", dijo Fred Ferreira, escucha que firmó más de 60 jugadores que eventualmente llegaron a las Grandes Ligas.
"Este niño arrojó la pelota, y la pelota tenía vida. Quiero decir, pasó de los jardines a la tercera base en una línea. Luego corrió, y corrió un 6.6 (segundos) en el tramo de 60 yardas. Y lo hizo en dos zapatos diferentes, uno aproximadamente dos pulgadas más largo que el otro.
Él había metido un calcetín para que cupiera. Eso era todo lo que podía pagar".
Fue el 21 de septiembre de 1996 ante los Bravos de Atlanta. Los que saben de pelota, entienden lo difícil de esta hazaña en cualquier circunstancia.
Destaca también que continuará creciendo, que tiene las manos grandes y que juega duro. Así habló de su bateo: "Pusimos a los mejores 18 niños del campamento en un juego, y tuve a Guerrero en la delantera porque quería verlo llegar al plato seis o siete veces", dijo Ferreira.
"La primera vez, golpea la pelota al campocorto, y sufrió un tirón de un músculo de la ingle mientras corría hasta la primera base. Así que se quedó en el dugout por el resto del juego con la cabeza gacha. Pero por lo que vi de él corriendo y arrojando, proyecté el golpe", dijo Ferreira.
El dominicano Vladimir Guerrero fue electo al Salón de la Fama de Cooperstown, convirtiéndose así en el tercer dominicano seleccionado al templo de los inmortales.
Guerrero es el primer jugador dominicano de posición que ingresa a Cooperstown, luego de que los lanzadores Juan Marichal y Pedro Martínez abrieran el camino para los peloteros criollos.
Vladimir obtuvo un 92.9% de los votos emitidos, superando así la barrera del 75% que se necesita para entrar. Los otros electos fueron Chipper Jones, con 97.2%; Jim Thome, 89.8% y Trevor Hoffman, 79.9%. (Vida de Vladimir Guerrero)
