Si en San Juan hay una institución altamente deficiente, es el Hospital Regional Universitario doctor Alejandro Cabral.
En el mismo, al decir de los usuarios, se ofrece el peor servicio sanitario de toda la “bolita del mundo”. Desorden, apatía y negligencia en la atención, desorganización administrativa, falta de importantes especialidades médicas, escasa higiene, entre otros muchos males, caracterizan la gestión en ese recinto hospitalario.
Pero surgió una luz en el oscuro túnel: las autoridades del Servicio Regional de Salud designaron al doctor Ángel Mateo, prominente médico sanjuanero, con experiencia en gestión hospitalaria (ya que ha dirigido dos hospitales antes), con bríos, motivación e interés en hacer los cambios pertinentes para convertir ese sanatorio en un establecimiento de referencia y prestigio.
El nuevo titular, se ha hecho acompañar de un prestigioso equipo de gestión, que están enfocados en sacar adelante el vetusto hospital sanjuanero, que honra con su nombre al primer médico (graduado universitario) de esta ciudad sureña.
Pero hay sectores interesados en boicotear las acciones del nuevo Director del Hospital Alejandro Cabral e internamente hacen todo cuanto pueden para que el joven funcionario no arregle esa caótica dependencia sanitaria.
Esos elementos, enemigos del desarrollo, viven refocilándose, practicando birrias acciones para dañar la gestión del director principiante.
Hoy toda la sociedad sanjuanera debe dar un paso al frente en defensa del doctor Ángel Mateo y su equipo de trabajo, y reclamar a los corvinos que pretenden boicotear su gestión, abandonar su sórdido proceder. La consigna es: dejen trabajar al doctor Ángel Mateo.
El autor es Profesor UASD.
El autor es Profesor UASD.
