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AFRENTA Y ABUSO EN ALTAR DE LA PATRIA

Por Carlos Rodríguez* 
Lo acontecido el pasado sábado en el Altar de la Patria, protagonizado por los descendientes de haitianos y algunos titiriteros dominicanos fue una afrenta y un abuso, montado con el propósito de preparar el escenario para la llegada de personeros de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y también para agenciarse la captación de dólares, euros, francos, marcos y hasta gourdes provenientes de agencias internacionales como capital de compañías SRL, cuya materia prima es la promoción de la pobreza de los haitianos mientras ellos desarrollan esas empresas en proceso de creciminento ampliado con el disfraz de organizaciones sin fines de lucro. 



Engañaron a Interior y Policía y engatuzaron a la Alcaldía del Distrito solicitándoles permisos para montar un suopuesto acto cultural, pero en su lugar se trató de una actividad político-propagandística del "Club de los Amargados generado por los resultados de las pasadas elecciones nacionales que no ha podido reponerse de los efectos de la sexta pela consecutiva; y para reclamar ciudadanía dominicana para nacionales haitianos. 

Y mientras el Ministerio de colonias de los Estados Unidos supervisa aquí el respeto a los derechos de los inmigrantes haitianos, aún teniendo status ilegal, desde donde ellos vienen, Washington, acaba de emitir un decreto que fija hasta julio de 2018 el plazo para que 58 mil haitianos que viven en Estados Unidos al amparo del programa Atention temporal status, esas organizaciones y empresas permanecen en el más sepulcral silencio ante el arreo de haitianos que hacen Estados Unidos y otros países cuyos nexos culturales con Haití son mucho más profundos que los nuestros. El autor es periodista.