Este libro recoge casi toda la producción lírica del poeta Juan Antonio Bello Carlos, quien falleció un mes antes de la fecha dispuesta inicialmente para la publicación de su poemario.
Un año después de su partida sus hijos, sobrino y grandes amigos hacen realidad la publicación de este gran legado literario.
Cuando yo muera… si es que muero
Cuando yo muera, si es que muero
quiero que me perfumen por entero,
para confundir a mis parientes más cercanos: los gusanos.Que no me pongan el traje gris de la tristeza,
ni la corbata negra de los tribunales.
Que me vistan con palabras risueñas,
que me pongan un traje de río o de montaña
de llanura silvestre, de nubes impalpables de cielo insospechado
que me vistan completo de arcoiris.
Y, como dijo Serrat en su poema:
“que me consigan un ataud con vista al mar”,
donde yo pueda, sin remos ni velamen,
madrugar y navegar contigo.
Cuando yo muera, si es que muero
que mi sonrisa sea para tí como el rocío
que solo en la mañana se despierta
que las palabras que gasté en la tierra
sean abono para tu alegría.
Que si la lluvia existe
sólo sea para bañar tu cuerpo
de todos los presagios de la vida.
Cuando yo muera, si es que muero
que todos me recuerden por mi humor sin fronteras,
y si mueren, que sólo se mueran de alegría
que se vistan de azul y entierren sus nostalgias
y los momentos grises de sus vidas.
Cuando yo muera, si es que muero,
que cancelen las flores,los versos melancólicos,
las canciones sombrías, los pañuelos,
las lágrimas del día, las sombrillas,
“por si la luna viene a preguntar por mí”.
Cuando yo muera, si es que muero,
que la existencia se muestre diferente
y que a los pobres se les extienda
una semana más del pan de cada día.
Que no secuestren nada:
ni tu casa, ni tus hijos, ni tus sueños
que no privaticen tu mirada,
ni tu voz, ni tu sonrisa,
que solo el amor sea suficientepara llenar tu vida.
Catarsis Catarsis.
“Esta es mi verdad, y con mi vida la defiendo”.