El municipio de Bohechío, localizado en la provincia de San Juan, en el suroeste del país, cuenta con una población de 9,685 habitantes, según datos del último censo de población y familia realizado en el año 2010.
La distribución de la población entre las comunidades del municipio es como se muestra a continuación:
Bohechío 2,394 24.71% 1,240 hombres 1,154 mujeres
Arroyo Cano 3,109 32.10% 1,779 hombres 1,330 mujeres
Yaque 4,182 43.18% 2,315 hombres 1,867 mujeres
Desde el año 2004 y como consecuencia de la elevación de categoría de las comunidades de Arroyo Cano y Yaque, en esta demarcación geográfica funcionan tres ayuntamientos que en conjunto manejan un presupuesto de aproximadamente RD$2,400,000.00 mensual.
Desde en 2006 estos cabildos son administrados por las mismas personas quienes han convertido las finanzas municipales en un botín, repartiendo entre adeptos y allegados asignaciones y botellas con el único propósito de agenciarse una clientela política que le garantice seguir usufructuando los beneficios derivados del manejo discreto de estos recursos del pueblo.
Basta con recorrer algunos Distritos Municipales y Municipios de nuestro país del tamaño de los nuestros, en población y finanzas, y nos damos cuenta de la presencia de un ayuntamiento que rige y norma la vida de sus habitantes como lo impone la ley municipal, sin embargo es penoso observar cómo en el nuestro en una década de administración, nuestras comunidades no pueden exhibir un cambio producido por la gestión municipal que gasta de manera desproporcionada y sin transparencia nuestro dinero.
Yaque, es el mayor de los Distritos Municipales, sus habitantes albergaban la esperanza de que con esta nueva institución se canalizarían soluciones a los problemas de esa hermana comunidad, pero el ayuntamiento parece situado a espaldas de sus habitantes y al margen de las necesidades del pueblo.
En una evaluación objetiva de diez años de administración de los recursos de Yaque, que recibe unos RD700,000.00 mensuales, RD$8,400,000.00 al año, se puede afirmar que de poco ha servido para ese pueblo todo el dinero recibido a lo largo de diez años (haga usted el cálculo).
Arroyo Cano, como si fuera una copia de la misma situación de Yaque, aquí se añade el hecho de que el ayuntamiento funciona alrededor de una o dos personas y permanece cerrado al pueblo y las sesiones brillan por su ausencia.
Este ayuntamiento recibe en términos aproximados RD$600,000.00 mensuales, RD$7,200,000.00 al año; tome usted un lápiz y trate de explicar en que se ha invertido esa cifra en diez años.
(siga calculando)
Bohechío
Aquí la cosa es peor, hace unos años escribímos un artículo titulado ¨La Década Perdida¨ dentro de otras cosas decíamos: Bohechío se encamina por un derrotero que si no cambia de rumbo en cuanto al manejo de las finanzas municipales, estas autoridades que en cinco años han gastado de manera infructuosa cerca de RD$75,000,000.00; podrían manejar cerca de doscientos millones de pesos al final de su período sin que dejaran una sola obra de importancia para la comunidad y mucho menos haber resuelto un problema.
Si estos cinco años para Bohechío, resultaron ser un salto al vacío, en una proyección de los otros cinco que faltan y con lo que hemos expuesto, podemos decir que al escribir la historia de Bohechío, el período comprendido entre 2006 y el 2016 deberá llamarse “La década perdida”.
A finales del 2010 hicimos esta acotación y parece como si lo hubiéramos escrito hace una hora.
Hay que destacar para ser justo, que en el municipio se han construido obras de importancia y se han desarrollado proyectos de interés en estos 10 años, sin embargo esas iniciativas han sido gracias a una inversión del gobierno central, los señores síndicos que buscan cuatro años más deben explicar el resultado de sus ejecutorias y no tratar de pasar esta prueba con la nota de otro.
Estamos a ocho meses de que celebre un certamen electoral en el que se pase balance a lo que ha hecho cada quien y se presenta la gran oportunidad al pueblo de que decida si prefiere continuar atado al despilfarro y la ineficacia de unos señores que ya poco le importa el pueblo o si optan por cambiar el estado de cosas en que nos tienen sometido; cada pueblo tiene los gobiernos que se merecen y nuestras comunidades no se merecen lo que tenemos.
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