bohechiodigital@gmail.com.-27/08/14--Un músico que responde al nombre de Jorge Flores López, de 51 años de edad, causó alegría y susto a sus familiares y amigos al aparecer vivo en su propio velorio, en el municipio de Chiautempan
Tlaxcala, México.
Todo se debió a la confusión de una de sus hermanas, a quien un día antes le informaron que habían hallado el cadáver de su consanguíneo entre la maleza del parque de San Onofre, ubicado en la cabeceara municipal.
Por esa razón, acudió a la Procuraduría General de Justicia del Estado a reconocer el cadáver, acompañada de una sobrina, donde al tenerlo frente a sí afirmó sin temor a equivocarse que se trataba de su hermano.
Fue así que las autoridades le entregaron el cuerpo tras llevar a cabo el proceso administrativo correspondiente.
No obstante, la noche del sábado, Jorge Flores López fue localizado por un familiar deambulando en la calle y en evidente estado de ebriedad, por lo que se asombró y tomó la decisión de subirlo a un taxi y llevarlo de inmediato al domicilio donde supuestamente era velado.
Al llegar a la casa marcada con 42 de la calle Chihuahua, Colonia el Alto, alrededor de las 21:00 horas, algunas personas que rezaban frente al féretro gritaron de alegría, otras de susto, algunas más estuvieron a punto de desmayarse y otras salieron corriendo al ver en persona a Jorge Flores López.
Una vez superado el sobresalto, familiares optaron por reportar la confusión ocurrida a las autoridades para evitar meterse en problemas legales, pues la persona dentro de la caja fúnebre, con un cirio en cada esquina y rodeada con flores no era su consanguíneo.
Tras ser notificado, el ministerio público arribó acompañado de un médico legista, peritos y elementos de la Policía Ministerial para llevar a cabo nuevamente la diligencia del levantamiento del cadáver y transportarlo al Servicio Médico Forense (Semefo), en espera de que el hoy occiso sea reconocido por sus legítimos familiares.
"Juro por mi madre que está igualito", dijo María Cristina Flores López, hermana del supuesto occiso, al ser entrevistada por "El Sol de Tlaxcala", quien manifestó con incredulidad que al acudir a la morgue vio que efectivamente se trataba del cuerpo de Jorge.
Indicó que debido a que su hermano tenía problemas con su forma de ingerir bebidas alcohólicas desde hace más de 25 años, se ausentaba por largos periodos de tiempo, por lo que no consideraron necesario reportar la desaparición.
Visiblemente feliz, María Cristina Flores López admitió su error y manifestó que "usted ha de saber que en este mundo los seres humanos tenemos siete personas a las que nos parecemos y pues aquí en Santa Ana había dos".
Agregó que en un acto de benevolencia, entregarán insumos como la caja fúnebre, ceras, flores y productos para la elaboración de café a los verdaderos deudos.
Empero, otros familiares lamentaron lo ocurrido ya que por esta "enorme confusión" erogaron más de 30,000 pesos.
Al solicitar la versión oficial de lo ocurrido a la Procuraduría General de Justicia del Estado, el titular del área de Comunicación Social, David Dan Pérezarate y Amador, informó que el cuerpo le fue entregado a los familiares la tarde del pasado jueves en un acto "de buena fe" por parte de la dependencia.
Precisó que tras el hallazgo del cadáver de una persona del sexo masculino, que fue localizado a las 10:10 horas del 21 de agosto en el interior de un parque deportivo ubicado en Progreso Sur, barrio de San Onofre en el municipio de Chiautempan, familiares acudieron ante el ministerio público e identificaron el cuerpo como de quien en vida respondió al nombre de Jorge Flores López, quien al morir contaba con 51 años de edad.
Asimismo los deudos manifestaron ante la autoridad que se dedicó a ingerir bebidas embriagantes desde hace más de 25 años y presentaron su documentación oficial.
Refirió que tras el levantamiento se ordenó el traslado del cuerpo al Semefo, anexo a la PGJE, donde se le practicó la necropsia de ley que arrojó como causa de muerte insuficiencia respiratoria aguda secundaria a broncoaspiración e insuficiente hepática, al tiempo que se inició la indagatoria correspondiente.
Empero, al carecer de una denuncia que avalara su desaparición y características fisonómicas, al contar con el reconocimiento por parte los familiares y por no tratarse de un hecho doloso que requiera mayor diligencia, el cuerpo les fue entregado al basarse el ministerio público en el principio de buena fe.
Al cierre de la edición, el cadáver confundido aún no había sido reconocido por sus verdaderos familiares y permanecía en la morgue.
En tanto, se espera que las personas que acudieron a reconocerlo y se lo llevaron para preparar su funeral acudan a declarar en torno a lo sucedido para deslindar responsabilidades legales.