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El saltacocote no “salta”, le huye a la gente

 bohechiodigital@gmail.com---24 de octubre 2013---El lagarto gigante de la Hispaniola o “saltacocote” (Anolis baleatus), un reptil que habita en la copa de los árboles y que debido a su gran tamaño es vulnerable a los fuertes vientos, no “salta”, le huye a la gente que lo estresa con su presencia, cuando él busca la sombra debajo de los árboles. 

Hay una creencia, mantenida por generaciones, de que ese inofensivo reptil salta al cuello (cocote) de la gente y se adhiere de tal forma que su mordida provoca que nazcan gusanos y que se requiera de un tizón (fuego) para despegarlo. 

Este mito ha contribuido a su extinción. Se resbala Su caída de los árboles obedece a que regularmente permanece con la cabeza hacia abajo para oxigenarse mejor, pero resbala en su intento de huir hacia las alturas o copas de los árboles en bosques húmedos, ribereños y latífoliados, donde habita por naturaleza, y la razón por la que también se les llaman “Los gigantes de la copa”. 

Darío Flores Chávez y Delsi de los Santos, biólogos del Departamento de Vida Silvestre del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, revelaron algunas de las características de esta especie, compañera de los Anolis ricordi (Anolis gigantes haitianos) y Anolis barahonae (Anolis gigante de Bahoruco) y coinciden en que el saltacocote tiene una similitud con el camaleón, ya que cambia el color de su piel (camuflaje) de acuerdo al árbol donde esté. 

Esta modalidad, que le permite escabullirse y hacerse invisible, obedece a células cromatóforas que posee con pigmentos en su interior que reflejan la luz. Control biológico Representa un equilibrio del ecosistema, porque se alimenta de insectos, arácnidos y otras plagas pequeñas dañinas al hombre o la agricultura, contribuyendo así a su control biológico, explicaron Flores y De la Cruz. 

Su presencia es un indicador de que el lugar no ha sido depredado, de ahí que tienen mayor presencia el Monumento Natural El Saltadero y Los Cacaos en el Cibao norte y el Cibao nordeste. Su población abunda más en el país, debido a la deforestación de Haití.  Por Yanet Féliz/El Día.