Los perredeístas parecen una pareja de esposos, cuyas diferencias lucen irreconciliables, pero tienen una familia de por medio que se debe salvar a toda costa, aunque sea con el sacrificio de uno de los esposos.
Los perredeístas tienen la obligación de dar un ejemplo de sensatez, porque a través del mismo la unidad llegará después.
El país está cansado de las querellas perredeístas. Los dirigentes y miembros de ese partido lo saben.
El país ha perdido con la falta de una oposición responsable y activa, que ofrezca una alternativa a las propuestas del Gobierno. Necesitamos que el PRD se encuentre a sí mismo dentro de una convención ordenada.
Confiamos en que primará la tolerancia, la sensatez y el coraje de saber lo que está en juego en la convención. El PRD no se merece las actitudes de estos días.Diario Libre.
