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Entre los muertos está el joven Juan Ramírez, de 19 años, un bombero que pereció ahogado cuando trataba de destapar una alcantarilla en el municipio de Maimón, Bonao, Monseñor Nouel, convirtiéndose así en la primera víctima fatal de la tormenta tropical Chantal.
El socorrista murió al caer al interior de una alcantarilla que limpiaba debido a la gran acumulación de agua en el barrio V Centenario, de Maimón.
La segunda víctima es Félix Peña Castaños, de 16 años, quien fue arrastrado por las aguas del río Jayabo, en la comunidad de Santa Ana, Villa Tapia, provincia Hermanas Mirabal.
Del total de desplazados, 667 fueron llevados a albergues oficiales y 7,474, a casas de familiares y amigos. Mientras que de los hogares inundados, 7 fueron destruidos totalmente.
Entre tanto, la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), descontinuó el aviso de inundaciones repentinas debido a que la depresión Chantal se alejó del territorio dominicano, pero mantiene la advertencia de aguaceros en la zona fronteriza, específicamente en la provincia Barahona, donde en horas de la tarde pueden ocurrir lluvias aisladas.
Onamet informó que para el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo se prevé la disminución de los aguaceros de forma significativas y que este viernes y el fin de semana serán soleados. Mientras que el COE mantiene a 6 provincias en alerta roja y 11 en amarilla.
Las provincias en alerta roja son: el Distrito Nacional, San Cristóbal, Santo Domingo, San Pedro de Macorís, Azua y Barahona. En amarilla están: La Vega, María Trinidad Sánchez, Monte Plata, La Altagracia, La Romana, San Juan de la Maguana, Monseñor Nouel, Peravia, Pedernales y Duarte, en especial el Bajo Yuna.
Por su parte, el ministro de Salud Pública, Freddy Hidalgo Núñez, dijo que esa institución mantiene activo el Centro de Operaciones de Emergencias de Salud, y que reunió el gabinete para el análisis y tomas de decisiones, políticas y estratégicas, a fin de enfrentar con prontitud las eventualidades que puedan presentarse.
Explicó que intensificaron la vigilancia epidemiológica de las enfermedades infectocontagiosas, como cólera, dengue y leptospirosis, así como para otras que puedan surgir en los albergues y comunidades de zonas bajas en alertas.
Asimismo, los hospitales fueron abastecidos de medicamentos e insumos y se hallan dispuestos a responder a cualquier evento epidemiológico que se pueda generar.
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