En cabeza de nadie cabe que un partido democrático escoja su candidato presidencial señalándolo con el dedo índice (esto podría hacerse si no se presentan más aspirantes. No es el caso), y tres años antes de celebrarse las elecciones, que en 2016 caen el domingo 15 de mayo.
Algo más: que reparta los cargos de su gobierno sin ser candidato, sin ir a comicios y sin haber ganado la Presidencia de la República. Cualquier persona, con dedo y medio de frente, sabe que eso es “imposible”.
La propuesta que Miguel Vargas Maldonado hizo llegar al expresidente Hipólito Mejía a cambio de una “amnistía” disciplinaria y darle el 30% de los cargos de una administración del Estado que él no tiene y que posiblemente no obtendrá, simplemente, echa más gasolina a un fuego que hace rato está ardiendo.
La “buena idea” de Vargas Maldonado sellaría, casi seguro, otra derrota para el PRD en las dos elecciones de 2016 (Congresuales, Municipales y Presidenciales), puesto que nadie trabajaría por candidatos impuestos, tal vez impopulares, y, sin dudas, fuera de la circunscripción a la que pertenece, como se estila en estos casos.
Sin interés de parecer parcializados, las ideas de Mejía son mucho más sensatas y democráticas: Si Vargas Maldonado quiere ser candidato, que gane unos comicios internos, que hagan una oposición firme y constructiva al Gobierno y que organice una convención para renovar la dirección del PRD, la cual debería realizarse el próximo 20 de julio, de acuerdo con sus estatutos.
Reacciones…
El vocero del expresidente Hipólito Mejía, ingeniero Héctor Guzmán, calificó a Vargas Maldonado de no ser "un demócrata cabal" y lo responsabilizó por mantener "frisado" el partido, además de que no ha mostrado voluntad para resolver la crisis interna que está impidiendo la reunificación de las dos principales fuerzas.
De su lado, el legislador Nelson Arroyo manifestó que la propuesta hecha por el presidente de su partido es “inaceptable”, no porque se opusiera Hipólito Mejía, sino porque la base de esa organización no admitirá un retroceso, como es volver a elegir a su candidato presidencial mediante una comisión de delegados.
Arroyo dijo que la proposición de Vargas solo busca marchitar la democracia interna del PRD, donde los miembros tienen las facultades de elegir mediante voto universal a sus autoridades, así como a los candidatos a los puestos electivos para los poderes legislativos y ejecutivo.
En tanto que el congresista perredeísta Héctor Feliz negó que el presidente del PRD haya enviado al expresidente Hipólito Mejía una carta para negociar los conflictos que afectan esa entidad.
Expuso que durante los encuentros entre Miguel Vargas e Hipólito Mejía solo se han hecho planteamientos verbales, no con el aval de ningún documento oficial: “Uno de esos planteamientos era que todo quedara dentro de esas conversaciones, hasta que hubiera coincidencias entre las partes.
Aparentemente Mejía ha violado esos acuerdos, porque no le interesa la unidad del partido. Todo llevaba un buen ritmo”.
Agregó que: “De todo lo divulgado por Hipólito Mejía sobre Miguel Vargas, lo único cierto es que el último desea ser el candidato del PRD en el 2016; pero, lo demás son suposiciones del expresidente y su grupo”.
La democracia es una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder un conjunto de la sociedad. En sentido estricto, es una forma de ordenación del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes. Si no es así, no es democracia, libre y participativa.
