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El país al borde de una crisis electoral


   bohechiodigital@gmail.com----martes 14 de mayo 2013---Las diferencias personales y hasta políticas que afectan a la Junta Central Electoral (JCE), podrían terminar con la destitución de al menos dos de sus miembros -Eddy de Jesús Olivares Ortega y José Angel Aquino-, lo que provocaría una crisis comicial de largo alcance y muy lamentable en los actuales momentos que vive la República Dominicana.

Y es que los actores principales de estas dificultades, en vez de echarle agua al fuego, le ponen leña: el domingo, Reinaldo Pared Pérez, presidente del Senado, dominado mayoritariamente por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), propuso la conformación de una comisión para que investigue la confrontación pública que han mantenido varios jueces, por el manejo de la situación jurídica de más de 22,000 ciudadanos de ascendencia haitiana.

Mientras que Pared Pérez busca su “solución” al conflicto, el también senador Arístides Victoria Yeb, sugiere al Congreso que interroguen a Eddy Olivares y José Ángel Aquino, “dizque” para conocer sus planteamientos, algo que ellos han explicado en un sinnúmero de ocasiones.

El presidente del Senado publicó en su cuenta de twitter la información, en la cual dijo que presentará la propuesta en la sesión del próximo miércoles al titular de la Cámara de Diputados, Abel Martínez. Entiende que los ataques están llegando a un nivel en el que se hace necesaria una investigación a fondo.

Momentos después, Martínez respondió mediante su cuenta de twitter: @AbelMartinezD_, aprobaba la propuesta de Pared Pérez. “@ReinaldoPared aprobado! Debemos garantizar que la JCE se preserve inmaculada y con plena fe pública”.

Y lavándose las manos, como Poncio Pilato cuando entregó al hijo de Dios, Roberto Rosario colgó en la misma red social lo siguiente: “Es lamentable que los poderes del Estado tengan que distraerse de sus labores por las inconductas de algunos de los miembros de la Junta”.

Agregó: “Da mucha pena el espectáculo mediático que se produce alrededor de la JCE, por la conducta poco prudente y el abusivo uso de los medios comunicación”, dijo Rosario en twitter, quien entiende que en un gallinero no puede haber dos gallos y mucho menos tres, como es el caso, según el diario digital Dominicanoshoy.

¿Qué ha pasado?

Esa es la pregunta del millón. En la pasada gestión, bajo la presidencia de Julio César Castaños Guzmán, Roberto Rosario, José Angel Aquino y Eddy Olivares eran “harina de un mismo costado”, integrantes de la Cámara Administrativa y los únicos, juntos a César Francisco Féliz Féliz, que repitieron como titulares.

Olivares fue miembro prominente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), primer fiscal de la provincia Santo Domingo (2002-2004), durante el gobierno del ingeniero Rafael Hipólito Mejía Domínguez, amigo y compadre del juez comicial.

Aquino, pieza de la sociedad civil, de Participación Ciudadana y aupado por la Iglesia Católica, está haciendo su trabajo, el colchón que él entiende lo catapultaría como presidente de la Junta Central Electoral a partir del año 2016.

Rosario, un cuadro del Comité Central del PLD, fue la piedrecita en el zapato de Castaños Guzmán (se decía que había dos presidentes), ahora está probando una cucharada de su propia medicina y busca apoyo en las autoridades de su partido para destituir y, en el mejor de los casos, amonestar y callar a Olivares y a Aquino.

Este lunes, Roberto Rosario declaró que está preparado para “tomar sus maletas” y marcharse de ese organismo, en caso de que el Senado de la República lo interpele y decida su destitución.

Acusación

El Centro Cultural Dominico-Haitiano (CCDH), pidió al pleno de la Junta Central Electoral derogar la resolución 12-07, que niega la entrega de documentos a los hijos de haitianos nacidos en el país, por ser ilegal y violatoria de la Constitución.

Antonio Pol Emil, presidente de CCDH dijo que la posición que ha mantenido el magistrado Eddy Olivares, para que sea eliminado el dictamen es justa, coherente y sensata, apegada a la ley y al fortalecimiento de la democracia. En cambio, acusó al presidente, Roberto Rosario, de actuar de manera dictatorial y por encima de la legislación, violando los derechos de los 22 mil dominicanos de ascendencia haitiana.

De su lado, el politólogo Belarminio Ramírez sostuvo que algunos integrantes de la JCE se están comportando como muchachos “rebeldes y malcriados”, puesto que no cuentan con la madurez que exige ser integrante de un órgano colegiado de esa envergadura.

Mientras que el diputado del PRD por Santo Domingo Este, Jorge Frías, acusó a Rosario Márquez de ser el único culpable de las dificultades por las que atraviesa esa entidad y lo catalogó como “dictador”, imponiendo su voluntad.

Favorecen comisión

El presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas Maldonado, el propio Eddy Olivares y el diputado del PLD, Lupe Núñez, favorecieron que el Senado medie en la crisis de la Junta Central Electoral; pero, el primero insinuó que debe ser destituido quien se determine que está mintiendo sobre la situación de los 22,673 ciudadanos de ascendencia haitiana que reclaman documentos de identidad.

“Entiendo que el órgano competente (el Senado), debe tomar parte en lo que es esta situación de incertidumbre, la cual ha provocado tanto denuncias como acusaciones entre los magistrados, sin excluir a ninguno”, expresó Vargas Maldonado.

Eddy de Jesús Olivares Ortega consideró este lunes como positivo que el Congreso Nacional conforme una comisión que intervenga en el conflicto suscitado entre correligionarios de esa institución, quienes afirman que su presidente Roberto Rosario, impide documentar a más de 22 mil personas.

El diputado Lupe Núñez acogió la invitación de Pared Pérez, tras reflexionar que es lo más apropiado para armonizar las relaciones entre el Congreso y la JCE. Lamentó que se suspendan plenos por falta de quórum, ya que es necesario para sancionar la totalidad de los miembros titulares, que son cinco.

Por qué se habla de crisis electoral, porque de materializarse un juicio político, como piden legisladores y sociedad civil, y destituir la JCE en pleno, los nuevos titulares no tendrán el tiempo necesario para empaparse del trabajo y organizar las elecciones de 2016; pero, si se destronan sólo dos de ellos, entonces habrá sectores que protestarán y harán indirigible el organismo comicial. Lo ideal es que se llegue a un acuerdo con las actuales autoridades y puedan concluir, felizmente, el periodo para el que fueron elegidos.

Da pena que un organismo que ha sido reconocido internacionalmente por su trabajo de observador, organizador y apoyo a las elecciones de Ecuador, Perú y Venezuela, se diluya en discusiones estériles que en nada contribuye a la labor que están obligados a realizar, ni al fortalecimiento de la democracia de la República Dominicana.