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Locutor Dominicano padeció una extraña enfermedad pide ayuda a ONU

Foto: La periodista Katy Alcántara y su esposo Antonio Ureña

bohechiodigital@gmail.com 27 de mayo 2013---Luego de padecer el Síndrome de Guillain Barre,  una extraña enfermedad  neurológica, el locutor Antonio Ureña, pasó  meses para recuperarse tras  haberse encontrado en una  sala de cuidados intensivo bajo respiración mecánica en coma, técnicamente desahuciado y necesitando en menos de 24 hora un tratamiento de costo millonario.

El impacto financiero que esto representaba para  su familia era devastador y superaba sus capacidades económicas, era un reto de vida o muerte que su esposa  asumió desafiando  la desesperanza  y el desaliento y,  organizó un equipo de colaboradores que apelaron a la solidaridad de los medios de comunicación, periodistas, directores de medios, comunicadores y personas que con sus voces lograron  la incidencia mediática y sensibilizaron  a las autoridades de salud, quienes les proporcionaron el tratamiento.

Todavía con dificultades motoras y un tratamiento riguroso y costoso, que le facilita de forma gradual la movilidad de su cuerpo.

Durante el proceso de recuperación Ureña, entró en contacto con personas  de diferentes nacionalidades a través de las redes sociales, todos compartían la misma realidad: haber padecido una enfermedad catastrófica. Esto les motivó e hicieron  de su  propia experiencia una causa de vida y esperanza en solidaridad con los pacientes y sus familiares que han sufrido y están sufriendo la misma situación que ellos atravesaron.

El caso de Antonio y su familia, es el retrato de millones de hogares en el mundo, han sido reducidos en el aspecto  económico después de atravesar el doloroso y amargo proceso de una enfermedad catastrófica, catalogadas en algunos países como enfermedades huérfanas, enfermedades ruinosas por el  alto costo que representa y sus consecuencias financieras en los hogares de países y regiones pobres.

Por lo que se lanzaron en poner en marcha una estrategia que consiste en dar a conocer a través de la recolección de firmas las necesidades de los enfermos catastróficos y la situación por la que atraviesan sus familias por la falta de recursos económicos.

Con esta iniciativa, de recolección de firmas, “queremos  invocar el espíritu de la solidaridad a través de esta plataforma mundial de Change.org. Quiero que mis hijos me recuerden por valor de la solidaridad, ese sentimiento es intrínseco, es  una marca continental en nosotros los latinoamericanos”.  

La iniciativa
Este artículo fue publicado el medio digital Kaosenlared.net de Barcelona España
Lanzan recolección de  firmas  en la plataforma digital 'change.org' para demandar de la ONU la creación de un fondo de asistencia mundial para enfermedades catastróficas.

La Iniciativa Firma Global Vida  recolecta firmas electrónicas en la plataforma mundial de Change.org, para sensibilizar y la vez exigir a Naciones Unidas la creación de un fondo de asistencia mundial para enfermedades catastróficas.

Es una iniciativa de pacientes, familias y personas voluntarias de diferentes puntos del mundo, afectadas por enfermedades catastróficas, el movimiento inició en República Dominicana a través de las redes sociales y luego se convirtió en una causa más definida y especifica cuando se lanzó en una recolección de firmas electrónicas a través de la  plataforma Change.org.

El coordinador Antonio Ureña hizo la invitación  a entrar a la página para que puedan firmar  nuestra iniciativa  creada en la página de change.org  a través de este enlace  http://www.change.org/es-LA/peticiones/una-firma-global-contra-enfermedades-catastróficas.  

Las enfermedades de alto costo reduce la economía de los hogares de países pobres. Son enfermedades que provocan más muertes que una guerra. Firma y Únete.

“Se parte de esta iniciativa a nivel mundial, en solidaridad con los pacientes y sus familias afectadas por enfermedades de alto costo o catastróficas, como respuesta a una problemática sanitaria global” .

Ureña exhortó a la población a donar su firma, para mundializar y socializar el tema de las enfermedades de alto costo, y de esta forma sensibilizar y a la vez exigir a Naciones Unidas la creación de un fondo de asistencia mundial para enfermedades catastróficas.

Señaló que  la situación amerita de un abordaje responsable y una respuesta contundente puesto que en la mayoría de los países estas complejidades de salud no están cubiertas por las empresas aseguradoras estatales y privadas, dejando al desnudo la otra cara menos humana de la salud y evidenciando las debilidades del sistema sanitario de los países.

El señor Ureña, sito  un estudios realizado en el año 2010, por la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportan que en 2008, en 193 países adscritos al sistema de Naciones Unidas, murieron 36 millones de personas por enfermedades catastróficas.

Dijo que la salud es una realidad universal y existen hogares de escasos recursos económicos, que no pueden comprar una receta para enfermedades no complejas y esto representa una catástrofe para las familias. 

Muchos pacientes por razones económicas no logran el diagnóstico y los parientes desconocen las razones reales de su deceso.

Indicó que  las enfermedades catastróficas es una de las principales preocupaciones que se presentan en la mayoría de los sistemas de salud del mundo moderno, se perfilan como uno de los principales problemas sanitarios del futuro.

Según reflejan las estadísticas mundiales ofrecidas por La Organización Panamericana de la Salud (OPS), ha establecido que el impacto de las enfermedades catastróficas está creciendo de forma sostenida en numerosos países de ingresos bajos y medios. 

El 80% de las muertes se han producido en estos países. Se proyecta que en los próximos 10 años 388 millones de personas morirán de una enfermedad de alto costo.

En el mundo cada año 150 millones de personas padecen los efectos catastróficos de la enfermedad. De ellos 100 millones caen por debajo de la línea de pobreza y 90% viven en países en desarrollo.

Aseguró que  con esta iniciativa,  queremos invocar el espíritu de la solidaridad y  ofrecer la oportunidad de impulsar y acelerar cambio hacia una salud más humanizada.

Facilitando y empoderando a cualquier persona para que pueda cambiar las cosas, e inspirando a la gente a descubrir lo que pueden llegar a conseguir cuando deciden luchar por algo. Por un mundo en el que la gente tiene poder y genera transformaciones en su entorno más cercano y en espacios globales.