bohechiodigital@gmail.com--15 de marzo 2013----Un autobús de la Dirección General de Migración, que transportaba 90 indocumentados haitianos el pasado viernes, se incendió en la carretera Hatillo-Las Charcas (Azua), cuyos ocupantes lograron salir a tiempo y salvarse milagrosamente.
Algunos solo recibieron quemaduras leves.
La denuncia la hace la Red Fronteriza Jano Siksé (RFJS) para la Defensa de los Derechos Humanos, la que acusó este domingo a Migración de poner en peligro la vida de los inmigrantes extranjeros que son repatriados hacía Haití en vehículos en mal estado, poca higiene y sin las condiciones de seguridad.
Dice que el vehículo se volcó y se incendió totalmente, frente a la cementera Santo Domingo, cuando trasladaba a su país a los indocumentados por la puerta fronteriza de Comendador (Elías Piña).
RFJS considera que el accidente se pudo haber constituido en una gran desgracia nacional e internacional.
"El vehículo que se encontraba en unas muy malas condiciones de mantenimiento, ya había protagonizado varios episodios de averías, desprendimientos de piezas, además de faltarle la parte del frontal delantera", indica la organización de derechos humanos.
En una comunicación enviada a los medios expone que en esas condiciones de hacinamiento y falta de seguridad es que varias veces por semana el autobús transportaba a las personas para ser repatriadas, vulnerando la Dirección General de Migración todas las reglas de seguridad vial, el respeto a la vida y a la seguridad de los migrantes.
Expresa que, además de realizar repatriaciones colectivas, prohibidas por el derecho internacional, a ningún repatriado se le entrega una copia de su orden de expulsión, no se les asiste jurídicamente y tampoco se le informa sobre su situación, en un hacinado centro de retención por más de las 48 horas.
RFJS indica que el mal trato a que son víctimas los indocumentados haitianos los ponen a merced de los buscones en las puertas fronterizas.
Señala la organización de derechos humanos que "todas estas acciones enumeradas anteriormente contradicen frontalmente las leyes migratorias de República Dominicana (Ley 285-04, reglamento 631-11), la Constitución Dominicana (art. 8 y 40) y la Convención Interamericana (art. 1, 2, 24 y 25), así como a la Declaración de Derechos Humanos.
