El hecho provocó la militarización del centro, escena que se repitió la mañana de este martes.
El hospital en estos momentos está semiparalizado. Médicos y empleados están en los pasillos de brazos cruzados esperando a ver qué hará el nuevo director, mientras las personas esperan ser atendidas.
En tanto es notoria la vigilancia de policías, guardias y personal encubierto, apostados incluso en las afueras del centro hospitalario. También hay un tumulto de personas con folder en mano en busca de empleos. Por Yanet Beltré, fotos Franklin Mate.