PALOMINO.-Es pueblito localizado en el norte de Bohechío, pero perteneciente al municipio de Padre Las Casas, Azua.
Sin embargo en dicha comunidad la cena del 24 de diciembre, las familias de escasos recursos, de este año tuvieron la oportunidad de disfrutar la rica cena que les obsequió y compartió con ellos el acalde de Padre las Casas, Fernando De Los Santos.
A esta deprimida comunidad, enclavada entre montañas y entre los ríos Las Cuevas y Grande del Medio, se trasladó el alcalde junto a su familia, los regidores Leandro Lebrón y Germania Adames, y personal de ayuntamiento, y compartieron la tradicional cena, compuesta por asados de cerdo y pollo, pastelones, ensaladas, telera, y los tradicionales dulces y manzanas, además de brindar con vinos y refrescos.
La casa elegida para esta actividad, fue tomada por sorpresa, y sus habitantes, dos ancianos conocidos por la comunidad como Tito y Prudencia Aibar, se sintieron alagados y dieron las gracias pues en esa noche solo había “una yuquita” para la cena.
Los presentes agradecieron el gesto del alcalde, y pidieron que no fuera la última vez que este fuera a compartir con la comunidad. A lo que el alcalde asintió, poniéndose a la orden de todos en el ayuntamiento, segùn lavoztubanera.
Sin embargo en dicha comunidad la cena del 24 de diciembre, las familias de escasos recursos, de este año tuvieron la oportunidad de disfrutar la rica cena que les obsequió y compartió con ellos el acalde de Padre las Casas, Fernando De Los Santos.
A esta deprimida comunidad, enclavada entre montañas y entre los ríos Las Cuevas y Grande del Medio, se trasladó el alcalde junto a su familia, los regidores Leandro Lebrón y Germania Adames, y personal de ayuntamiento, y compartieron la tradicional cena, compuesta por asados de cerdo y pollo, pastelones, ensaladas, telera, y los tradicionales dulces y manzanas, además de brindar con vinos y refrescos.
La casa elegida para esta actividad, fue tomada por sorpresa, y sus habitantes, dos ancianos conocidos por la comunidad como Tito y Prudencia Aibar, se sintieron alagados y dieron las gracias pues en esa noche solo había “una yuquita” para la cena.
Los presentes agradecieron el gesto del alcalde, y pidieron que no fuera la última vez que este fuera a compartir con la comunidad. A lo que el alcalde asintió, poniéndose a la orden de todos en el ayuntamiento, segùn lavoztubanera.
