Si la gente se lleva de los políticos, se vuelve loca, en tanto ellos siguen tan campantes como el escocés que tiene más de cien años caminando borracho y no se cae ni se detiene.Todavía la JCE sigue enredada en las patas de sus propios caballos, y a la Administrativa la amenazan con llevarla a la justicia, y ya los candidatos para las próximas elecciones hacen olas. A nadie le preocupa si se jugará en el mismo play, ni quiénes serán los árbitros, o si habrán aprobado nuevas reglas.
Lo que importa es que en el 2012 se celebrarán elecciones, y muchos no quieren verlas desde las gradas, sino en el campo y como titulares de una posición. A la democracia dominicana podrá faltarle todo menos aspirantes, que es una señal de vitalidad, pero también de su carácter sui generi.
Es una democracia con pataleo. Se denuncia como matadero, pero las ovejas se ponen en fila y dispuestas para el sacrificio, cuando lo lógico fuera que huyeran despavoridas, desconfiando, sobre todo, del pastor.
La psiquiatría moderna recomienda tratamientos ambulatorios, por lo que no debe sorprender que anden tantos locos en las calles. Y con los políticos, cualquiera. Fuente: Diario Libre Digital.
