Un supuesto pastor, acusado de amenazar a miembros de su iglesia, ha sido puesto en libertad, generando una gran indignación y preocupación entre los feligreses y la población en general.
Esta controvertida decisión ha dejado en evidencia las deficiencias del sistema judicial y ha planteado interrogantes sobre la seguridad de los ciudadanos y la integridad de las instituciones encargadas de protegerlos.
Las amenazas y el comportamiento compulsivo del supuesto pastor
Según los testimonios de los feligreses, el supuesto pastor en cuestión habría estado exigiendo de manera compulsiva las ofrendas que se ofrecían en la iglesia.
Esta actitud había generado un ambiente de tensión y malestar entre los miembros de la congregación, quienes se sentían presionados y manipulados por el líder religioso.