Azua:-La llamadas “Frituras” juegan un papel preponderante en la gastronomía dominicana, en especial en los pueblos, donde se acude por la variedad de productos y el auténtico sabor que tiene cada negocio.
Carlos López, quien es el propietario de Carlos Fritura, explicó que su experiencia como friturero comenzó hace 30 años cuando ayudaba a una tía con su negocio, permitiéndole luego establecer su propia marca en el municipio de Pueblo Viejo de donde se trasladó hacia el municipio cabecera y ahí vende sus productos.
“Invertir lo suficiente y sazonar a su medida que ni falte ni exceda y hacerlo con amor para lograr la mejor calidad, es lo que me ha ayudado a colocarme en el gusto popular. El limón es uno de mis productos indispensables”, dijo.
Carlos López destacó que con su negocio ha criado a sus hijos y ha logrado enviar a algunos de ellos a Europa.
Añadió que la gente prefiere su negocio no por comodidad ni lujo, sino por el sabor y la calidad que ofrece hace 30 años.
“A los dueños de fritura les recomiendo invertir para satisfacer la exigencia de la gente y cuando por alguna razón algo le salga mal, deben pensar que se pierde más vendiendo un producto dañado que arrojándolo a la basura”, resaltó.
Por: Luis Conde Mesa