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La Publicidad gubernamental y los medios digitales - Augusto Valdivia de SODOMEDI


Por Augusto Valdivia 
Según los indicadores estadísticos del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel), al pasado mes de julio de este año República Dominicana contaba con 9,816,098 aparatos móviles y una teledensidad aproximada a 9 por cada 10 habitantes, solo faltaría establecer qué porcentaje de la población opta por leer noticias o mantenerse informado a través de sus móviles, aunque nos atrevemos a afirmar que actualmente es la principal fuente informativa del país, inclusive por encima de la televisión. 

 A 2018 el estudio “Comprendiendo los retos al desarrollo del e-commerce en la República Dominicana”, realizado por la Cámara Americana de Comercio (AmchamDR), reflejó que entre 2016 y 2018 más de seis millones de personas tienen acceso a internet con un nivel de penetración del 58%, proyectando una inversión publicitaria en los medios digitales del 36% para 2020. 

La riqueza del tecnosistema en República Dominicana ha permitido el emprendimiento a gran parte de los profesionales del periodismo, las relaciones públicas, la publicidad y otras ramas de la comunicación con el afianzamiento de la web 2.0 y el desarrollo de la web 3.0, optimizando los contenidos y fidelizando los consumidores dichos contenidos. 

Muchos periodistas se han visto en la necesidad de emprender en los medios digitales empujados por una realidad deprimente en las grandes empresas de la comunicación, donde el 72% devengaba un salario mensual por debajo del los 30 mil pesos, según el estudio realizado en 2016 por el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), auspiciado por el Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). 

A todo esto se suman el pluriempleo, las jornadas interminables, la inseguridad frente a amenazas y otros riesgos en el ejercicio, sin garantías de una pensión digna al final de sus días que les permita ver crecer sus familias con dignidad y sin caer en las garras de la corrupción. 

 A pesar del gran crecimiento económico que exhibe el país, comparado con otros países de América Latina y el Caribe, la mala distribución de las riquezas no reduce las desigualdades sociales de la población, pero ese mismo comportamiento se refleja en la inversión publicitaria gubernamental que según el estudio “Autopsia fiscal”, realizado por Oxfam en República Dominicana durante el período fiscal 2013-2019, los gastos en publicidad y propaganda gubernamental crecieron al 12.6% anual, donde solo desde la Presidencia de la República se gastó RD$1,192.6 millones, de los cuales los medios digitales solo recibieron boronas que no dan ni siquiera para estar al día con los múltiples gastos impositivos que les aplican como si fueran grandes empresas, debido a que la mayor parte del presupuesto asignado a los medios digitales se asignó a los compañeritos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que en muchos casos tenían medios fantasmas lleno de publicidad del Estado. 

 Es muy favorable para el gobierno disfrutar de una plataforma mediática de cerca de 500 medios digitales repartidos a nivel nacional, tanto a nivel municipal como provincial, sin evaluar el costo que conlleva mantener un sistema mínimo para mantener globalizada a República Dominicana. 

 Si se hacía una búsqueda en Google de cualquier comunidad de República Dominicana en el 2011, cuando surgió Municipiosaldia.com, no aparecía absolutamente nada. Sin embargo gracias al trabajo de emprendedurismo y evangelización de periodistas y comunicadores las noticias de las comunidades ya aparecen geolocalizadas, dándole sentido a nuestra cultura, a nuestro turismo, a nuestro desarrollo industrial y dando otra cara de nuestra gente que solo aparecía en internet como traficantes y prostitutas. 

Hoy la imagen del dominicano está mucho más fortalecida, gracias al trabajo tesonero de los medios digitales que de cara al mundo se han encargado de promover los valores que tenemos como nación. 

 En 2012 las elecciones tuvieron una carga comunicacional notoriamente dirigida hacia lo presidencial, donde el elemento municipal, a pesar de las elecciones realizarse separadas, no incidió mucho en internet. Para 2016 se visibilizaron más las posiciones legislativas y municipales, pero en las recién pasadas elecciones municipales y legislativas de este año 2020 el internet fue el colchón de cientos de candidatos, por no decir miles, que no contaron con grandes recursos y dieron a conocer su oferta electoral, fortaleciendo así la democracia dominicana. No puede ser que el país crezca a costa de una ágil difusión de sus bondades gracias al “desarrollo del internet”, como si los contenidos del internet se produjeran solos, y nada más se tomen en cuenta las grandes corporaciones mediáticas y las llamadas “bocinas gubernamentales”, que se lucran de entrar en contubernio con la corrupción. 

No puede ser que disfrutemos de una democracia representativa saludable con libertad de expresión, mientras a los partidos políticos se les reparten más de RD$1,500 millones, en tanto que más de 400 medios digitales se quedan atónitos recibiendo boronas como si les estuvieran haciendo un favor y no porque realizan un trabajo profesional y necesario para mantener la democracia. 

La publicidad gubernamental debe optimizarse y desconcentrarse en la diversidad mediática de los medios escritos, la radio y la televisión, no importa si son análogos o digitales. La gran mayoría de los medios digitales, programas de radio y televisión paga a Impuestos Internos, Onapi, Tesorería de la Seguridad Social, Infotep, Ayuntamiento. 

Consume agua, energía eléctrica, telecomunicaciones, combustible, compra de tecnología de última generación, vestimenta, sin mencionar gastos administrativos, contadores, alquiler, porque simplemente a las Mipymes nos miden con la misma vara que a las grandes empresas y en condiciones tan desiguales no se puede crecer. Con el actual esquema comercial República Dominicana promueve la informalidad, la evasión y la corrupción, porque todo esto es un círculo vicioso donde solo los poderosos salen gananciosos. 

El Ministro de Turismo, David Collado, acaba de revelar que solo el turismo aporta un 20% al PIB y generan 500 mil empleos directos e indirectos, sin embargo el turismo generó US$7,689.6 millones con más de 6 millones de turistas en 2019, antes de la pandemia por COVID-19, y me pregunto ¿cuál fue el porcentaje de inversión publicitaria que recibieron los medios digitales y programas de radio y televisión? Ya es tiempo de que los 22 ministerios del país, el Banco Central y el Poder Ejecutivo planifiquen pensando más en el 95% de los programas y medios alternativos dirigidos por profesionales del periodismo u otras ramas de la comunicación. 

 Las Mipymes de la comunicación, análogas y digitales, deben recibir los beneficios de la Ley 488-08, que establece un régimen regulatorio y competitividad con una asignación presupuestaria según la calidad de sus contenidos y el alcance de sus medios. 

 Debemos dejar de ver a los periodistas y medios alternativos de la radio, la televisión y el internet con desprecio, vamos a darles el valor que tienen para fortalecer la transparencia en las instituciones, la mejor imagen del país y fomentar el debate hacia el desarrollo en las comunidades, porque de lo contrario las nuevas generaciones, los nativos digitales, no encontrarán terreno fértil para desarrollarse profesionalmente y proteger nuestro país para desarrollar sus potencialidades y, de este modo, perderán el compromiso de continuar la lucha por el desarrollo de nuestro país, provocando, de nuevo, la penosa fuga de cerebros y ahondando más las desigualdades sociales. 

 Existen condiciones favorables para que el Gobierno de Luis Abinader tenga un acercamiento con las asociaciones empresariales y profesionales de la comunicación para crear un registro masivo de estos micro y pequeños empresarios y el Estado puede empezar a protegerlos con las leyes creadas para tales fines. 

Vale destacar que esta realidad no solo aplica para el Gobierno Central y los ayuntamientos, sino también para el sector privado, que mucho puede aprovechar de los medios digitales, programas de radio y televisión alternativos, para lograr una comunicación efectiva con las nuevas tribus digitales.

Sobre: Augusto Valdivia 
Es director del periódico Municipiosaldia.com y director de Finanzas de la Sociedad Dominicana de Medios Digitales (Sodomedi).