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Muere primera mujer ocupo cargo público sueldo RD$ 9 pesos en Padre Las Casas

Por Robert Cabral
Hagamos pues, un breve espacio, en esta áspera, e incierta batalla cotidiana, que nos ha tocado vivir en esta Era planetaria, del Covi-19, para, desde este diminuto terruño intramontano, recordar, con verdadero respeto y entrañable afecto, a Doña Persida Isora Sánchez Bobadilla, una dama especial, y una matrona, que bien podría ser considerada, como una pionera del servicio publico padrecasense.

Doña Persida, como le conocíamos todos, nace, creo, en los albores del año 1929, coincidencialmente, un año que es recordado por la llamada crisis del 29, cuando se desploma la bolsa de valores de New York, y se inicia la 2da. guerra mundial.

Es la misma fecha en que termina siendo derrocado el Presidente Horacio Vasquez, por un golpe de Estado, iniciado con el famoso asalto de la fortaleza San Luis en Santiago, el 23 de febrero de 1930, que tras unas cuestionadas elecciones, propició la llegada del general Trujillo al poder.

Esa época histórica, que marca el principio del fin del conchoprimo, y de las luchas montoneras en el país, e inicia nuestro ingreso al capitalismo moderno, con el Trujillismo, es recordada por un popular merengue del maestro Rafael Solano, cuyo estribillo decía "se va Horacio se va/ Se va el General Luis/ ya tiene la batuta/ Alejandrito Gil..."

Podríamos decir entonces, que Doña Persida, nace en los albores en que se inicia la Era de Trujillo, en 1930.

Hija de Erasmo Sanchez y de Carmen Bobadilla, Persida es una descendiente directa de la mítica Macuya Alcántara, quien fue esposa de Jose Francisco Bobadilla, y quienes eran los propietarios de El Salao, toda la zona comprendida en lo que hoy es el Parque Municipal de Padre las Casa, y cuyo señorío llegaba y atravesaba la calle Duarte, y hasta lo que era entonces la casa de Majino, y parte de lo que fue después la Casa Feliz, negocio propiedad de Ramón Vidal Feliz Luciano, hijo de Don Gerineldo Feliz, y Maria Oceania Luciano de Feliz.

Persida, tiene, quizás el privilegio de nacer en una familia, que podríamos considerar ilustrada en la epoca, no solo porque Erasmo Sanchez, era uno de los pocos escribanos del pueblo, o de la aldea, sino porque ademas, era descendiente directa de Jose Francisco Bobadilla, que venia de al descendencia directa de Mesie Bobadilla, nada menos que una de las figuras fundamentales de la fundación misma de la República, abogado, y alto funcionario del gobierno colonial, burócrata de la ocupación haitiana, y hombre de Estado al servicio del General Santana y Familia, quien le llamaba "mi Ministro universal".

Entonces, Persida, muy joven se hace mecanógrafa, y archivista, lo que ya le confería una categoría funcional, porque en la época, "saber escribir" era casi un titulo academico, y de no poco valor.

Es por ello que muy jovencita, Persida, ya una joven, casi adolescente, con la recia formación familiar de Doña Carmen y la cultura liberal de Don Erasmo,asume su primera posición burocrática en Padre Las Casas, como encargada de la cédula, resultando ser la primera mujer del pueblo en ocupar esa posición, es decir, que, de alguna manera, Persida es una pionera en lo que hoy se denomina el movimiento de la la "liberación femenina", que lleva a la mujer dominicana, a incorporarse al trabajo independiente.

Yo no estoy seguro, si el primer salario de Persida, fue de RD$ 9 pesos, o de RD$ 12 pesos. pero de todas maneras, era un salario respetable en una época, donde una libra de arroz, costaba probablemente dos cheles, y donde con 1 peso se compraba la comida de varios días, completa.

Creo que Doña Persida, luego, salio del Ayuntamiento y trabajo en la Inspección escolar, cuando en el pueblo, bajo este nombre se llamaba la oficina superior del sistema escolar, que hoy es el Distrito Escolar. Allí trabajo con varios intendentes.

De esta posición, Doña Persida, una solicitada empleada por su alto nivel de responsabilidad, su honestidad a toda prueba, su capacidad gerencial, y su excelente trato social con todos sus compueblanos, retorno al Ayuntamiento, donde se desempeño, creo, como Secretaria, durante varias administraciones y varios gobiernos, porque ya Doña Persida, era una persona que había superado todas las diatribas, y conflictos de intereses partidarios, para convertirse en una empleada publica que dignifico, y honro, las posiciones donde le toco trabajar, lo que le genero siempre un alto afecto entre todos sus compueblanos.

Es probable que, sin darse cuenta, Doña Persida, aplicara temprano los criterios administrativos que definió por primera vez, el entonces Presidente Eisenhower de los Estados Unidos, cuando hablo del "public service", como una carrera de servicio publico, donde el empleado era un servidor de los usuarios, al margen de todo interés personal, grupal o político, y que tenia que desempeñar su empleo como una carrera de servicio, basada en los principios de imparcialidad, la honradez, la capacidad, la responsabilidad, y la transparencia.

Doña Persida caso con Ernesto Paniagua, hijo del jefe del Clan Paniagua de Padre las Casas, Bartolo Paniagua, comerciante turco, o libanes, creo, que se estableció en Padre Las Casas, desde San Juan de la Maguana, hacia finales del siglo XVIII.

Con Don Ernesto, hombre jovial y trabajador, procreo una maravillosa familia compuesta por Clebert, Xiomara (Mara, cariñosamente), y Bethania, los cuales viven todos, en el pueblo que les vio nacer. Todos, ciudadanos maravillosos, honrados, decentes, y de bien, de los cuales, todo el pueblo se siente orgulloso.

Tengo particularmente la dicha, como muchos tubaneros de mi generación, de haber conocido a Doña Persida, porque en Padre las Casas, cuando se hablaba de una gestión en el Ayuntamiento, se decía "donde Persida". Es decir, hablar de asuntos públicos relacionados con el Ayuntamiento, era hablar de Persida, que a todos atendía por igual.

No se en que año especifico se retiro Doña Persida del trabajo, si la recuerdo con mucho cariño, porque mi tío, Cucho Felix, era su primo, por ser hijo de Regla Bobadilla, hija de Minga Bobadilla, hija de Macuya, y ella, siempre andaba preocupada, y recriminando a tío Cucho, para que se cuidara.

Entonces, creo que Doña Persida, forma parte de ese elenco de mujeres extraordinarias que forjaron los mejores valores de nuestro pueblo.

La recordamos con memorable cariño y respeto, porque ya forma parte de la memoria histórica de nuestro pueblo.