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Ante la proclamada deuda 0, Ayuntamiento de Las Yayas

Por: Dr. Robert Cabral.
Deseo por este medio, de manera pública, y categórica, desmentir, total y radicalmente, al saliente Sr. Síndico de las Yayas de Viajama, Provincia de Azua, en relación a su afirmación, en el sentido de afirmar que "entregaba un Ayuntamiento con 0 deuda".

Esa afirmación, hecha públicamente, en un momento de solemnidad instituciónal, como lo es el cambio o traspaso de mando, o cambio de gestión y de autoridades, me parece, que por lo menos, como mínimo, compromete su responsabilidad moral y su credibilidad personal, por no decir, su historial de gestión, que, ante lo afirmado por el Síndico saliente, obligará a un escrutinio legal y financiero de su larga gestión. Es decir, a una rigurosa auditoría fiscal y forense, conforme las normas en la materia, y los protocolos del PEPCA.

Es decir que, ante una afirmación pública, registrada ya, de esa magnitud, las autoridades entrantes, no tienen otro camino que no sea, verificar esa "rendición de cuentas" que bajo juramento ha hecho el saliente funcionario de dicha Corporación municipal.

De no hacerlo así, las nuevas autoridades, estarían entonces, incurriendo, no en varios errores, sino en faltas, muy graves, e incluso, en complicidad con las probables irregularidades, sean éstas de carácter administrativo, o jurisdiccional, sean civiles o penales, en que hubiese incurrido dicho pasado funcionario, y los miembros de su equipo administrativo.

E imagino yo, que ante el discurso ético, proclamado por Luis Abinader, de "barrer el pasado", de "limpiar el Estado, y de no tolerar la corrupción pública", en el cual basa sus aspiraciones presidenciales, la nueva Ejecutiva municipal de Las Yayas, a pesar de la algarabía de los festejos, no irá en contra de los postulados de su lider, porque entonces, habría irremediablemente, que indagarla y cuestionarla a ella.

Y no creo yo, que sería tan naif, dicha nueva incumbente, como para cargar con "el macuto" ajeno, que incluye más de 20 millones de un crédito firme, y definitivo, que se prolongó, acumuló, y peor aún se incrementó, a falta de la pericia, la probidad, y la responsabilidad, del incumbente anterior.

Y no me parece a mi, que una imprudencia de esa naturaleza, se resuelva "con tres puerquitos y unos tragos, abajo de una enrama en Las Yayas arriba".

Esperemos pues, que el tiempo es el mejor amigo de la verdad, y como dice el principio griego, la mentira se termina, cuando llega la verdad.

O mejor digamos, como decía el sabio profesor Bosch: "el mentiroso y el cojo, no llegan lejos".

Caramba, pero que Ayuntamiento que tiene mala suerte, ese.
Pero, quizás una dama como incumbente pueda dignuficarlo, quien sabe, si la dicha es buena.