San Juan de la Maguana-.Un torrencial aguacero que duro aproximadamente tres horas ayer puso en relieve las vicisitudes que vive este municipio, cuando la mayoría de sus calles estaban totalmente anegadas y algunos sectores el agua rebosaba las entradas de las viviendas.
La fuerte lluvia logró que el agua acumulada pudiera hacer algunos desordenes en sectores que ya habían sido acondicionados total y parcialmente con arreglos de calles aceras, contenes y asfaltado, está el caso de Cristo Rey, El Lucero por la calle que da acceso a Mogollon, ensanche Anacaona, Prolongación José Del Carmen Ramírez y en los sectores Hermanas Mirabal y Mirador Norte, estos dos últimos brigadas de empresas contratistas están trabajando y el agua en esas zonas hacia que las calles ni se vean.
El caso más llamativo es el de la avenida Independencia con Eusebio Puello y el otro lado de la Trinitaria, donde el desborde del arroyo Tenguerengue puso en ascuas a los transeúntes y chóferes que deseaban pasar por ahí, resultando algunos vehículos averiados por la cantidad de agua al momento de atravesar un badén y otros productos de los hoyos cuando cruzaban una de las intercepciones.
El mayor problema de que el agua termine en la avenida desde el Arroyo Tenguerengue es la falta de conciencia de muchas personas que han decidió que ese lugar sea su vertedero, donde botan cualquier cosa, y cuando hay lluvias extensas como la que narramos, el problema despierta y la gente se alarma.
Solución a Tenguerengue
Desde el ayuntamiento local no se vislumbra ningún tipo de solución a este problema, ni siquiera una brigada se ha visto haciendo limpieza en ese arroyo, tampoco se ha presentado un plan para evitar que la basura vertida allí no sea un dolor de cabeza.
Una promesa que le ha valido ya unos casi seis años fue la que hizo el actual presidente Danilo medina, sobre la intervención del arroyo tenguerengue, y otras obras de gran importancia, y hasta la fecha no ha sido posible terminar lo que se empeñó y el tiempo inclementemente continua pasando con el problema vigente desde que caen dos gotas de agua.
Por Héctor Solís/eldiariodesanjuan.com
