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Conoce El Mundo, crucero para multimillonarios, Titanic XXI, habitaciones entres 3 y 15 millones dolares


El Mundo se siente como estar a bordo de un Titanic del siglo XXI. Ubicado majestuosamente en el Puerto Victoria de Hong Kong, China, esta reluciente embarcación de 196 metros de largo es el más grande y probablemente el “yate residencial” más exclusivo en la tierra. 

Hogar de la única cancha de tenis de tamaño completo en el mar, de un spa de 650 metros cuadrados y un centro de fitness, además de una colección de 12.000 botellas de vino, este barco ha visitado 1.213 puertos y ha navegado 641.000 millas náuticas. 

Solamente este año ha realizado expediciones a dos de las regiones más remotas de la tierra: el Mar de Ross en la Antártida y a La Melanesia, cerca de Nueva Guinea en Oceanía. 

 Pero no te emociones mucho. 
Ninguna de sus suites en esta belleza de 12 pisos está disponible para alquilar. Apodado el “crucero condominio”, cada uno de sus 165 apartamentos a bordo que cuestan entre 3 millones de dólares, para un estudio, y 15 millones de dólares, el de tres habitaciones— son propiedad de los residentes que deben tener un patrimonio neto de al menos 10 millones de dólares. 

Para abordar El Mundo tienes que ser invitado. Una difícil navegación Cuando El Mundo fue inaugurado hace 15 años, casi fracasa. “Inicialmente, el barco fue parcialmente propiedad de una compañía de hoteles”, le dijo a CNN Lillian Veri, una canadiense que ha sido dueña de una residencia en El Mundo desde hace 10 años. 

El sexto piso del barco, explica ella, había estado reservado inicialmente para que fueran habitaciones de hoteles, cuyos ingresos de alquiler se destinaban a subsidiar la parte residencial del negocio. “Bueno, solo que no funcionó de esa manera”, dice Veri. 

En 2003, el modelo del negocio cambió. No habría turistas a bordo. Solo residentes de un altísimo ingreso económico. 

Se convirtió y permanece como el único crucero enteramente residencial del mundo. Todos los residentes son accionistas que votan sobre cada ruta que debe tomar cada año, hasta el tipo de combustible que se usa y la decoración de navidad.

 “Las personas que compraron aquí son exitosas de una manera u otra. Abogados, doctores, arquitectos, empresarios”, dice Veri.

“Tienen opiniones sobre cómo las cosas deben manejarse”. El cambio en el plan de negocios funcionó. Para 2006 todas las residencias del barco se habían vendido. Sin lugar para Oprah Durante el tour de CNN por las instalaciones del barco, varios residentes aparecieron. 

Luciendo como pasajeros de un crucero regular, todos ellos saludaban a nuestra guía, Lisa Spiller, por su nombre; ella se unió como directora residencial de ‘El Mundo’ hace seis meses. Cada persona que nos cruzamos, me di cuenta, son al menos multimillonarios. “¿Qué tan ricos son los residentes de ‘El Mundo’?”, le pregunté a Spiller.

Ella sonrió y dijo: “Digamos que el tipo de personas que compraron aquí tienen jets privados. Coleccionan arte. Esta no es su única residencia”. 

El tipo equivocado de éxito, sin embargo, podría hacer que un candidato no fuera aceptado por el comité de veto.

 “No creo que Oprah Winfrey pudiera ser aceptada para comprar una residencia aquí”, explica Veri, mientras hablábamos en su apartamento de tres habitaciones que cuenta con una terraza envolvente que tiene una vista sin obstáculos al horizonte de la isla de Hong Kong.

“Hay un código de confidencialidad y privacidad… No queremos paparazzi aquí. Este barco es un refugio, un santuario”, dice ella. “Nunca sabrás quién más vive aquí”.  VER FOTOS. 15/05/2017.