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Conozca el primer locutor Radio San Juan y su fundador


Para todos los que como yo, hicieron camino al andar. San Juan de la Maguana era considerada como El Granero del Sur, ciudad de gente adinerada, comerciantes, profesionales, empresarios, ganaderos, agricultores y terratenientes ricos, gente a la que literalmente "no se le apretaba el pecho" para invertir cualquier cantidad de dinero. 

En esa tesitura nos encontrábamos cuando nos sorprendió en 1957 la proclamación del Año del Benefactor de La Patria. 

San Juan, prácticamente lo tenía todo... menos emisoras de radio. Los Sanjuaneros teníamos que conformarnos con escuchar a Radio Bani, la voz del sur, y Radio San Cristóbal, únicas emisoras en el sur del país para la época; HIZ, La Voz Dominicana y en el espectro internacional, muy secretamente por cierto, Radio Rumbos y Radio Caracas Radio de Venezuela. 
Los aparatos de radio de la época, traídos al país por las sucursales de las grandes cadenas comerciales internacionales, tenían en sus cuatro tubos y en sus rudimentarias antenas la virtud de invadir nuestros hogares con música, noticias y programas exquisitamente elaborados. 

Como si fuera la incandescente y fugaz luz de un relámpago llegan a mi memoria las voces de Delio Amado León, Messie De la Cavalerie, Paquito Sambrano, y ni hablar del exquisito "Chocun" de Martha Jean Claude, en Radio Metropol de Haití, y de las inolvidables radio-novelas de Radio Progreso, los programas en vivo de Radio Coco, con la participación de Vicentico Valdez y La Sonora Matancera en La Habana. 

Las emisoras dominicanas de la época estaban lógicamente altamente politizadas y su programación musical regular estaba supeditada a los dictámenes de la época y a la difusión de toda la "vida y obra" del Presidente Trujillo. 

No se vislumbraba en el horizonte sanjuanero la posibilidad de que algunos de nuestros ricos empresarios se animara a instalar una emisora de radio, quizás por nuestra mentalidad ruralista o la equivocada percepción de que sólo deja ganancias lo que se come y no lo que se oye, pero de pronto y sin estar ni esperándolo ni preparados para ello un licenciado en farmacia, radiodifusor, cibaeño y visionario, J. Alfredo Achécar, desmontó su emisora radial en su nativo Pimentel, empacó sus bártulos y llego a la ciudad de San Juan, listo para convertirse no sólo en el pionero de la radio en nuestro pueblo, sino en parte importantísima de su historia, su cultura y sus quereres. 

En ese San Juan de entonces, no habían locutores, ¿para qué si no habían emisoras? Existía, sin embargo, un grupo importante de jóvenes amantes de los programas de radio que soñaban conque algún día sus voces iban a ser escuchadas más allá del entorno familiar, allende las esquinas de sus hogares y de las controladas tertulias afectivas. 
CONTRA VIENTO Y MAREA 
Alfredo Achécar consiguió en alquiler una casa de madera situada en la calle Capotillo justo detrás de la Escuela Parroquial (el colegio de los curas y las monjas), mandó a buscar un técnico a Santiago de los Caballeros llamado Luis Fondeur, reclutó a un grupo de muchachos dispuestos a ser parte de la historia, los entrenó como pudo, les insufló el necesario entusiasmo por esa primera experiencia inédita en San Juan y puso manos a la obra. 

La instalación de una emisora de radio no solo suponía el montaje de antenas y transmisores, sino la expresa adecuación de sus emisiones a los requerimientos socio políticos de la época, al compromiso, so pena de muerte, de que esa señal era propiedad del Estado Dominicano, léase Gobierno, y de que jamás y por ninguna circunstancia esa emisora se iba a poner al servicio de intereses contrarios al gobierno de Rafael Leonidas Trujillo Molina. 

El técnico contratado para la instalación de Radio San Juan, La Voz de Quisqueya, había encontrado algunos obstáculos para hacer salir la señal al aire, no sólo por la debilidad de la señal de 1/4 de potencia, ni por la ubicación geográfica de la antena que no era más que un enorme palo de bambú que se alzaba dispuesto a rascar las nubes, sino porque el plantel de locutores que literalmente se estaba comiendo las uñas de la emoción urgía la salida lo más pronto posible. 

LLEGO EL DÍA 
Sin precisar el día exacto, aunque si el año, 1957, se encontraba en la emisora el locutor Rafael Duval Díaz (Pequé) observando los trabajos de instalación, el técnico Espinal estaba confrontando problemas hasta que descubrió que faltaban unas baterías (pilas) en alguna parte del transmisor, colocadas estas, ¡la señal salio al aire!, de inmediato llamó al único locutor disponible para que dijera algo y ni corto ni perezoso Duval Díaz expresó estas palabras: "EMISION PRUEBA RADIO".
Dijo que siendo estas las primeras palabras pronunciadas por un locutor sanjuanero, creo que San Juan, entero escuchó esta frase, salida con emoción de los pulmones y los labios del pionero, en términos de locutores de San Juan de la Maguana, un hombre que dedicó la mayor parte de su vida al arte del buen decir, que por generaciones fue escuchado y que no ha sido lo suficientemente reconocido por quienes hoy disfrutan de los adelantos de una radio que paso las de Caín para poder establecerse. 

Como esta historia es larga voy a continuar contándola en otras entregas, aún falta mucho por decir y me propongo darla a conocer porque San Juan, tiene y debe conocer quienes fueron sus mejores hombres, además mis 50 y tantos años en la radio nacional e internacional me da aval suficiente para contar las cosas como son, con sus cosas grandes y sus detalles, algunos desconocidos por el común de la gente. Por: Luis Ramón De Los Santos F. (Monchin). 29/04/2017.