LO ULTIMO

6/recent/ticker-posts

Violencia, atracos y motocicletas

Los mensajes y las monsergas no son útiles para combatir la violencia social y la delincuencia que siembran terror y miedo en los principales cascos urbanos del país. 

Hay que hacer un ejercicio un tanto más pretencioso e ir más allá, sobre todo con la intención de adentrarnos en la radiografía de estos males sociales. Pongamos el caso de las motocicletas. 

Estas constituyen un importante medio de transporte para familias y trabajadores, pero las estadísticas indican que también estos automotores son convertidos en instrumentos para robar, atracar y matar. 

El parque de motocicletas es enorme. El año pasado el Gobierno contó en todo el país un millón, 946 mil 594 motocicletas, casi la mitad de todos los vehículos de motor que hay en el país. Un verdadero pandemónium. 
Una porción de estas motocicletas son utilizadas para robar, atracar y para matar. Por eso los delincuentes las buscan, las prefieren y las roban. En el 2014, por ejemplo, fueron robadas en todo el país poco más de 4,700 y el año pasado, 4,889. 

Esto quiere decir que cada día en la RD se roban un promedio entre 13 y 14 motocicletas. Tanto conocen las autoridades de este mundillo, que saben que las horas preferidas para los delincuentes motorizados robar van de las 6:00 de la mañana a las 11:00 antemeridiano. 

Este es el horario de las personas moverse a escuelas y universidades, al trabajo, al comercio, al mercado, a los bancos, etcétera. Las autoridades también saben que alrededor del 65% del parque de motocicletas del país se concentra en apenas ocho localidades: Distrito Nacional y las provincias de Santo Domingo, La Altagracia, Duarte, La Vega, Monte Cristi, San Cristóbal y Santiago. 

Qué hacer, pues, ante esta realidad?, ¿cuántos de los actos delincuenciales que se reportan a diario son cometidos desde una motocicleta?, ¿por qué las autoridades no se convierten en estrictamente exigentes con los ocupantes de las motocicletas?, ¿por qué no se despoja del “motor” a todo aquel que no disponga de los documentos que demuestren que es de su propiedad o de la empresa donde labora? y ¿por qué todavía se desplazan por calles, avenidas y carreteras motoristas sin cascos protectores?.

En nuestros campos, cuando se quiere controlar los movimientos de los chivos les ponemos la mano en la cabeza. Editorial hoy digital. 17/06/2016.