Por: Millizan Uribe
En la concepción democrática formal y clásica de Montesquieu, la prevalencia de un sistema democrático requiere la existencia de tres poderes, que han de actuar por separado: El Ejecutivo, El Legislativo y El Judicial. Más adelante, Edmund Burke, político y escritor británico, le atribuyó a la prensa el mote de cuarto poder.
Esto en alusión a la extraordinaria influencia que ejercían los medios de comunicación. Hoy en día, en el marco de los cuestionamientos y las criticas a estos cuatro poderes, gana cada vez más campo la tesis de la necesaria existencia de un quinto poder.
Ante medios que suelen olvidar su labor de perro guardián y se alinean con los tres poderes del Estado, cada vez es más requerida la existencia de mecanismos y herramientas que permitan disentir y estimulen la participación ciudadana.
Así surge la tesis del Quinto Poder. Se trata de la potencialidad que se le atribuye a los Nuevos Medios de Comunicación en el marco del Internet. Se trata de nuevas posibilidades de expresión y expansión, de expresarse e informarse, posibles gracias a los cambios tecnológicos.
Ciertamente, cualidades como la interactividad popularizan bastante el poder de los medios, ya que vuelve a los antiguos y pasivos receptores, en el modelo clásico de la comunicación, en prosumidores activos, capaces de influenciar en las agendas de los grandes medios y de alterar los flujos comunicativos, haciéndolos más democráticos.
Los ejemplos sobran tanto a nivel mundial como local. Van desde fenómenos como la Primavera Árabe hasta iniciativas como “Salvemos los Haitises”, donde gracias al poder que conlleva un uso crítico de blogs y redes sociales, se comprobó que es posible el posicionamiento de temas con enfoques divergentes a los de los grandes medios de comunicación y a los poderes estatales.
No obstante, es preciso evitar colocar las herramientas tecnológicas como el fin y recordar más bien que éstas son simplemente el medio y tomar en cuenta que las brechas sociales imperantes se convierten en brechas tecnológicas.
De igual manera, es preciso tener en cuenta que este quinto poder no debe existir solo por existir. Su misión debe ser usar su campo de acción y lograr que los otros poderes funcionen. Solo así podrá tenerse una sociedad auténticamente democrática. 28/06/2016.
