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Danilo Medina y el "agua bendita"


Ya casi llegando al final de esta campaña electoral, en la tarde de ayer el Presidente Danilo Medina, encabezó una larga movilización, que cual cinturón multicolor rodeó la cuenca del Yuna, en su camino a desembocar sus aguas en el Océano Atlantico. 

 Solo que esta vez, el sol no acompañó la caravana de vehículos y a los miles de personas que se congregaron en la rica región productora, que se inicia en Arenoso y termina en la ciudad de San Francisco de Macorís. 

 Una lluvia persistente le dio la bienvenida al candidato del Partido de la Liberación Dominicana y fuerzas aliadas, lo que nos hizo rememorar el diluvio mas famoso de campaña electoral alguna en nuestro país, que ocurrió hace casi 30 años, exactamente el 13 de Mayo de 1986. 

Era la época cuando los que participábamos como militantes en las movilizaciones partidarias corríamos un peligro de muerte, la confrontación entre los reformistas y perredeístas había teñido de sangre la campaña electoral, cuando se intentó asesinar al candidato a Senador de la capital, Jacinto Peynado, en Boca Chica.

  La lucha interna dentro de un PRD lastrado por ocho años desastrosos en el poder político, era el handicap que convertía a un Joaquín Balaguer, ciego y anciano, en una opción de poder que apoyábamos una buena parte de la juventud de las ciudades dominicanas. 

 Antes que los carnavales en que se convierten las movilizaciones políticas en nuestros días, con equipos de música, bailes y alegría; hace tres décadas el encuentro de adversarios electorales en un barrio cualquiera era sinónimo de enfrentamientos, golpes, piedras y disparos, es decir, violencia política incontrolada.

 Ese era el ambiental al cual llegamos al día en que el Partido Reformista había convocado su mitin de cierre de campaña en su lugar tradicional, avenida Máximo Gómez esquina John Kennedy en la capital dominicana, día 13 de Mayo, fecha inamovible, ya que los partidos de turnaban para cerrar sus campañas y así evitar los enfrentamientos violentos. 

El aguacero comenzó temprano en la mañana, ese día el Doctor Ramón Tallaj y nosotros, quienes éramos los responsables del operativo médico del mitin, fuimos a la oficina del candidato a Senador por la capital, Jacinto Peynado, para informarnos de que iba a hacer el partido, ya que la ciudad y casi todo el país se encontraban inundados. 

 Las caras largas eran la tónica en todos los dirigentes del PRSC que nos encontramos esa mañana, se decía que la decisión era suspender el mitin, porque las condiciones climatológicas que se habían presentado hacían imposible su realización. Solo que los periodistas que colmaban la residencia de Joaquín Balaguer, pudieron preguntarle al líder de la oposición que iba a pasar, si se suspendía la actividad, y este respondió que el mitin iba bajo las condiciones que fuera, ¨llueve, truene o ventee¨. Y así fue, bajo un monumental aguacero se fueron reuniendo miles y miles de reformistas de todo el país para dar testimonio de que no querían al PRD en el poder ni un segundo mas después del 16 de agosto de ese año. 

 Cuando llegó Balaguer a las 3:30 de la tarde, el agua cesó como si fuera un milagro del Señor, y al comenzar su discurso media hora después, del cielo cayó uno de los aguaceros mas fuertes de que los que instan en mi memoria, la caseta donde se encontraba el líder del reformismo no se veía a la distancia, aunque su voz inconfundible era escuchada por una multitud que no se movió ni un centímetro de su lugar en la avenida. 

 No sabemos quien lo inventó, como sucede muchas veces con las consignas inmortales, pero la multitud ahogaba las palabras de Balaguer gritando: ¨agua bendita para los reformistas, agua bendita para los reformistas¨. Desde hace 30 años los reformistas del país, los que fuimos testigos de ese acontecimiento histórico, que sin dudas fue la acción que cambió el curso de unas elecciones que parecían perdidas, recordamos que un candidato que no le tiene miedo y a quien acompañan las lluvias, es una opción ganadora para las elecciones.

 En el día de ayer, la imagen del Presidente Danilo Medina, recorriendo por horas bajo un aguacero torrencial el nordeste del país, nos trajo a la memoria aquel mitin del aguacero de 1986, hoy como ayer, las aguas caídas del cielo acompañan a los triunfadores en la República Dominicana, ¨agua bendita¨ antes colorada ahora morada.Por  Humberto Salazar. 27/04/2016.