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Desarrollo productivo de san juan

El sector agropecuario representa uno de los pilares fundamentales de la economía dominicana. Genera empleos, divisas y garantiza la seguridad alimentaria de la población. 

El informe del Banco Central de la República Dominicana (BCRD), del trimestre enero-marzo de 2014, revela que el aporte del sector agropecuario al Producto Interno Bruto (PIB) fue de 6.2%. Durante este periodo, esta contribución al PIB está sustentada por el incremento en el valor agregado de todas las actividades que conforman el sector: arroz 243%; cultivos tradicionales de exportación 4.5%; ganadería, pesca silvicultura 4.2% y otro cultivos 7%. 

 El informe del BCRD indica además, que la cartera de préstamos del sector privado a la producción agropecuaria creció en 26.5% al pasar de 25 mil 900 millones en 2013 a 32 mil 800 millones en 2014. 

Estos resultados reflejan la adecuada política agropecuaria del gobierno, implementada a través del Ministerio de Agricultura, cuya finalidad es impulsar las exportaciones de productos de origen agropecuario y garantizar alimentos a precios razonables a la población. Cabe destacar, que en este crecimiento del sector, influyó los aportes del Banco Agrícola a través del otorgamiento de crédito a productores, los cuales se incrementaron en 8.8% interanual. 

En tres años la cartera de préstamos del Banco Agrícola se incrementó en un 70% al pasar de mil 700 millones en 2011 a 2 mil 800 millones en 2014. A pesar de estos logros, el desarrollo y el crecimiento es una tarea siempre inconclusa, por lo que la agropecuaria nacional enfrenta retos y desafíos. 

A saber: la expansión de la capacidad productiva; el acceso al crédito de los pequeños y medianos productores (el 85% de las tierras de los pequeños productores no tiene título de propiedad, obligándolos a acudir al financiamiento en el mercado informal a corto plazo, reduciendo su capacidad de inversión en tecnologías agrícolas); la capacitación técnica a los productores; la reducción de la intermediación comercial; rehabilitación de la infraestructura de caminos vecinales; mayores inversiones en investigación y desarrollo; cumplimiento de las normas sanitarias y fitosanitarias exigibles para la exportación de productos agropecuarios; promoción de la innovación en la cadena productiva; fomentar la formación de cooperativas agropecuarias, para propiciar la producción masiva de productos de exportación, entre otros. 

 En procura de avanzar en la solución de estas demandas del sector agropecuario, el gobierno dominicano, a través del Ministerio de Agricultura ha iniciado un programa piloto denominado “Proyecto de Desarrollo Productivo y Competitividad de la Provincia San Juan”. 

 La selección de la provincia San Juan para este programa, se debió a sus características territoriales, agrícolas y demográficas: es la provincia más grande del país (3,360 km2); su población sobrepasa los 230 mil habitantes; tiene la mayor cantidad de productores, más de 25 mil, según el Ministerio de Agricultura; el 90% cuenta con parcelas de 50 tareas promedio; sólo el 24% del área cultivable dispone de agua para riego y de esta el 95% es por gravedad e inundación, lo que plantea un uso irracional e ineficiente de este recurso escaso; se aprovecha menos del 35% del total del agua disponible; el saldo migratorio para la provincia ha sido negativo en los últimos 12 años (más de 18 mil personas han salido de la provincia, de las cuales el 56% son mujeres).

 “El proyecto de desarrollo productivo y competitividad de la provincia de San Juan”, que ejecuta el gobierno del Presidente Danilo Medina, tiene como objetivo incrementar el área cultivable; la capacidad exportadora de la provincia; mejorar el acceso al crédito de los productores; iniciar un plan de titulación de tierras; facilitar la accesibilidad a mercados y reducir los costos de transporte en la red vial provincial; optimizar el uso de los recursos hídricos disponibles; potenciar el capital humano a través de programas de capacitación. 

En fin, persigue transformar la vida productiva del valle; disminuir los niveles de pobreza; fomentar el empleo; mejorar la capacidad de sustento familiar y el desarrollo y competitividad del sector agropecuario. 

 El proyecto cuenta con dos grandes componentes: acceso al crédito e inversiones habilitantes para la mejora productiva. Respecto al primero, se pretende facilitar crédito a micro, pequeñas y medianas empresas con potencial de mejora productiva, introduciendo nuevas tecnologías, productos y procesos y su articulación con cadenas globales de valor; preparación de planes de negocios para los productores y sus organizaciones; estructuración de mecanismos financieros con garantías, incluido lo necesario para la titulación de tierras. 

Dentro de las metas de este primer componente se consigna que al menos cinco bancos comerciales se integren al financiamiento agrícola en San Juan como banca de segundo piso y el establecimiento de un fondo permanente de 800 millones de pesos de mediano y largo plazo, orientado para adquisición de sistemas de riego, mecanización agrícola, producción bajo ambiente controlado (invernaderos), capital de trabajo, manejo post cosecha y comercialización. 

 Respecto al segundo, se procura mejorar, adecuar y dar mantenimiento a la infraestructura de riego y caminos vecinales, conjuntamente con un programa de nivelación de suelos a precisión, lo que contribuirá a la optimización del uso del agua, a través de la administración de las Juntas de Regantes. 

Se establece además, la capacitación a 5 mil productores y técnicos en buenas prácticas de gestión de calidad, inocuidad y uso correcto de tecnologías de precisión. La ejecución de este Plan de Reconversión Agrícola del Valle de San Juan, sin dudas, va a contribuir al aumento de la producción, la productividad y la rentabilidad de los productores. Que así sea. Por Felix Bautista-Senador Provincia de San Juan-Ingeniero Civil-Abogado y Presidente de (FUNDI)  18/02/2016.