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¡Porqué apoyo y respeto el trabajo de Altagracia Guzmán!

Por Dr. Hurbento Salazar 
En una discusión amistosa con mis compañeros del programa ¨Tu Derecho a Saber¨manifesté con la pasión que me caracteriza, mi apoyo y respeto a la labor que viene realizando la Ministra de Salud Pública mi profesora y amiga Altagracia Guzmán Marcelino desde que fue nombrada al frente de esa cartera hace poco mas de un año. 


Para los teóricos de televisión y radio, que tratan los temas con la superficialidad que caracteriza al que no es técnico en un área y debe opinar porque es su profesión, lo mas fácil es culpar al ministro de salud de cada cosa que pasa en el sector porque la centralización ha sido la practica gubernamental del país desde la era de Trujillo. 

Y ahora frente al brote de dengue, que ha provocado la muerte de mas de 100 dominicanos y cerca de 9000 afectados, lo simpático es mirar hacia la oficina de la ministra y echarle la culpa hasta de la existencia de los mosquitos en los criaderos que se multiplican en todo el territorio nacional. 

Lo que ocurre es que Tati, como la llaman sus amigos y compañeros de partido, ha heredado años de desidia, abandono, incomprensión e irresponsabilidad de los distintos gobiernos y ministros que han pasado por la cartera de salud desde el año 2001 hasta la fecha. 

¿Porqué desde el 2001? pues porque fue en el mes de mayo de ese año cuando se promulgaron las leyes que crearon el nuevo marco legal y organizativo que debía implementarse para reformar un sector cuya ley de funcionamiento fue heredada de los años de la dictadura. 

Quienes discutieron los conceptos sobre los que se reformaría el sector sanitario dominicano, fue el mismo Partido de la Liberación Dominicana, cuando el entonces Presidente Leonel Fernández creo la Comisión de Reforma del Sector Salud que bajo la dirección del Doctor Alberto Fiallo Billini construyó el marco teórico sobre el que se fundamenta el nuevo sistema se salud dominicano. 

 Al aprobarse por el congreso y promulgarse las leyes 42-01, de reforma estructural y 87-01 de acopio y administración de recursos financieros, se debió comenzar de inmediato el proceso para su cumplimiento en todo el territorio nacional, lo cual no se hizo, llevando a todo el sector a un limbo jurídico y a una serie de medidas contrarias al espíritu de estas leyes. 

 Y es que las leyes de reforma plantean un cambio en el paradigma de la atención en salud del pueblo dominicano, donde la función curativa y de asistencia de pacientes enfermos pasaba a un ente autónomo y separado del Ministerio de Salud, dejando a este la producción social y colectiva junto con la regulación de todo el sistema tanto a nivel público como privado. 

A ninguno de los ministros de salud les interesó este cambio, ni a José Rodríguez Soldevilla del PRD, como tampoco a Sabino Báez, Bautista Rojas Gómez y Freddy Hidalgo del PLD, ¿saben porque fue resistida por todos? pues porque la mayor parte del presupuesto se iría a la red hospitalaria y todos los ministros se resistieron a despojarse de lo que consideraban les daba poder político, aunque estuvieran violando ley por omisión e irresponsabilidad. 

Solamente Tati Guzmán, puso como condición para aceptar el cargo de ministra de salud, en medio de una crisis en octubre del año pasado, que se dictara un decreto puente para separar estas funciones, decreto que quien escribe había entregado al entonces Presidente Leonel Fernández hacía mas de tres años, y fue ella quien asumió la responsabilidad de encabezar el lobby en el Congreso Nacional para que se dictara la ley de separación de funciones que ya es un hecho en la República Dominicana. 

 Entonces, una persona con la capacidad suficiente para entender que el legado que dejará a su paso por el Ministerio de Salud será la implementación de la reforma mas profunda del sistema en toda la historia de la República, se merece no solo el respeto sino el reconocimiento de toda la sociedad dominicana por su responsabilidad y compromiso con el país. 

No es ella la responsable de que no se haya realizado la alianza publico-privada para eliminar los criaderos del mosquito Aedes Aegipty, para lo que se debieron, como hicimos la propuesta en una ocasión, usar los fondos disponibles para capacitación de los maestros en el Ministerio de Educación y que sean estos los facilitadores para que los niños y jóvenes de las escuelas, como ocurre en todas partes del mundo, conformen en sus hogares y barrios la primera linea de combate en la prevención de esta enfermedad. 

 Es ahora cuando se están tomando las medidas académicas para determinar quienes de los que salen con un titulo de una universidad que los acredita como médicos, son capaces de tratar un paciente porque poseen los conocimientos mínimos demostrados en un examen único de nivel apoyado por el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación Superior. 

 ¿O no fue Tati Guzmán la única que se atrevió a ponerle el cascabel al gato con el tema de las cirugías plásticas efectuadas por médicos con entrenamiento insuficiente y que ha provocado múltiples fallecimientos en clínicas sin habilitación para realizar operaciones de este tipo, cumpliendo con la función de regulación que le otorga la ley?.

 Lo mas fácil es echar la culpa de las muertes por dengue al Ministerio de Salud, cuando estas ocurren en centros médicos públicos y privados donde existe un personal medico y paramédico que se ha demostrado incapaz de tratar una enfermedad tropical endémica en la República Dominicana, que, si se hubiera efectuado la reforma del sector salud, como manda la ley, debería ser tratada en las unidades de atención primaria y ni siquiera llegar a los hospitales de segundo y tercer nivel. 

 Así que el problema de salud no es Tati Guzmán y la administración que ella encabeza, rodeada de médicos sin experiencia gerencial, nombrados por favores políticos sin pensar que si la salud no funciona tampoco funcionará el sistema educativo, ya que uno va de la mano del otro en todas partes del mundo. 

 Lo que ocurre es que estos gobiernos que nos hemos gastado, no han hecho caso, ni han destinado recursos a la transformación del sistema de salud y siguen gastando dinero en construcción y reconstrucción de hospitales, en un país donde sobran las camas hospitalarias y los recursos deben ser destinados a la áreas prioritarias de prevención y promoción en salud. 

¿Es que algún presidente de este país algún día va a entender que lo que se requiere no es curar enfermos en hospitales sino evitar que lleguen a esos centros de salud? mientras eso no se logre que no sigan echando la culpa a un Ministerio que es la cenicienta del gobierno cuando debía ser la niña de los ojos de los gobernantes. 

 Por eso respeto y defiendo el trabajo de Tati Guzmán, en un momento en que todos gritan por el problema del dengue, pero nadie se ha preguntado cuanto hay de presupuesto para combatirlo y prevenirlo. ¡Así simplemente no se puede!. 30/10/2015.